La capital cultural busca su proyecto

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

Seis voces de peso debaten sobre cambios y modelos que funcionarían en Santiago

21 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Nadie discute la importancia que tiene para una ciudad como Santiago la actividad cultural, pero ¿existe un proyecto para una cuestión de peso como esta? La

Voz y Radio Voz ponen esta pregunta sobre la mesa en el ciclo de foros que organizan para debatir los principales problemas de la capital gallega, con la voluntad de llegar a puntos de consenso y soluciones. Para tomar el pulso a la cultura compostelana se escogió un marco simbólico como es el Auditorio de Galicia, en donde se reunieron seis voces de peso en este ámbito.

El frente institucional estuvo representado por la concejala de Cultura, María Antón; acompañada por el programador municipal y director gerente del Auditorio, Víctor Carou; así como de María Pereira, directora de Acción Cultural del Gaiás, uno de los proyectos más ambiciosos y discutidos de la ciudad. La figura de la empresa privada recayó sobre Antonio Borrazás, director de programación de la sala de conciertos más importante de Galicia, la Capitol. Y, aportando su amplia experiencia, completaron la mesa la crítica de arte Mercedes Rozas y el miembro del grupo Chévere Xesús Ron, cuya compañía recibió el mes pasado el Premio Nacional de Teatro.

La necesidad de desarrollar una estrategia cultural más definida para la ciudad se puso en evidencia en el debate y, aunque todos los contertulios coincidieron en este punto, no lo hicieron a la hora de concretar qué falla, quién debe tomar las riendas y cómo.

«Santiago precisa dun proxecto cultural porque é unha cidade que ten una identidade clarísima dentro de Galicia e tamén para fóra», señaló Ron, quien subrayó el importante impacto que tuvo la crisis en la actividad cultural que, unida a otros factores, hacen que «eu hoxe, como veciño, sería incapaz de contarlle a ninguén cal é o proxecto de Santiago» porque «atopámonos nun momento no que está todo desmantelado e somos incapaces de reconducir as cousas». Para el artista, una de las formas de reconducirlas sería evitar la confrontación entre la iniciativa privada y la pública, hacer los espacios más accesibles desde la Administración e implantar una «democratización radical da xestión cultural».

Mercedes Rozas señaló otro punto clave sirviéndose del ejemplo de las artes plásticas en Santiago. La crítica considera que para establecer un proyecto cultural definido y compacto es necesario superar la barrera de las duplicidades y que exista una figura central que modere. «Evidentemente hai moita programación e non existe coordinación entre as institucións en relación ás competencias e iso é nefasto para esa estratexia cultural», indicó. Rozas apoyó a Ron en la idea de que Santiago debería contar con un proyecto cultural abierto, teniendo en cuenta su carácter cosmopolita como meca internacional, sin perder de vista su identidad propia que, por otra parte, es lo que buscan los peregrinos y turistas que desembarcan aquí y con lo que se identifica el público local.

En cuanto al tema de establecer una estrategia común y coordinada, la concejala de Cultura indicó que «somos conscientes de que é necesaria unha colaboración máis estreita, pero ¿estamos o suficientemente maduros para quitarnos o ego de cada un para ter un ego común? Quizais esa é a maior conclusión á que deberiamos chegar tanto a parte privada como a pública» para canalizar un proyecto colectivo plural y rentabilizar las inversiones, incidió María Antón.

Antón entiende que «a Administración pública tampouco pode recoller nin toda a demanda nin manter con respiración asistida a que fallou a nivel empresarial». En cambio, según resaltó Víctor Carou, sí hay ejemplos de colaboración habitual entre el Concello y empresas particulares que están teniendo «uns resultados de público moi satisfactorios». El paradigma de que esta colaboración bien canalizada tiene grandes resultados fue el Womex, tal y como se recordó en la mesa. Uno de los marcos de la exitosa feria musical fue la Cidade da Cultura y su directora de Acción Cultural, María Pereira, incidió en que «precisar de recursos económicos é ben importante», peto también «marcarse un plan».

Y Borrazás, de la Capitol, hizo hincapié en otra idea notable. Si bien este entiende que corresponde a la Administración marcar la estrategia para la ciudad, «todo o que non está no terreo público debería estar dalgún modo asociado» para acoplarse a dicho plan.

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