El CEIP A Maía crea un plan flexible para enseñar matemáticas

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

Doce alumnos de sexto participan en un programa para recuperar competencias y aprobar la materia

15 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Atrás queda la teoría educativa de que la letra con sangre entra y de que hincando el codo siempre se aprueba, sobre todo con materias en las que, como las matemáticas, la comprensión es la clave del éxito.

Con este reto, el colegio de infantil y primaria Maía, de Bertamiráns (Ames), ha puesto en marcha este curso un programa de «matemáticas flexibles», que consiste en algo tan simple como agrupar a los alumnos a los que los números le resultan una aventura imposible, averiguar por qué les ocurre esto y ponerle remedio con clases adaptadas.

Como paso previo para esta actividad, el colegio tuvo que organizar de forma coordinada todas las clases de matemáticas de sexto de primaria, para que los escolares con mayores dificultades pudiesen formar un grupo específico y trabajar con el orientador del centro sin alterar el resto de materias. Así se han reunido doce alumnos de un total de 78 matriculados. La elección se sexto de primaria obedece a que el centro lo considera de especial importancia porque supone el fin del ciclo educativo y hay que entrar en secundaria con los conocimientos matemáticos bien consolidados.

Cuatro horas a la semana

Estos doce alumnos trabajan cuatro horas a la semana a un ritmo que les permite afianzar los conceptos de matemáticas que no comprendían. Y una vez que lo hacen, explica Rosalía Avilés Bentín, directora de este centro educativo de Bertamiráns, los alumnos ya tienen la posibilidad de recuperar el tiempo perdido, afianzar conceptos y estar en disposición, junto al resto de compañeros de clase, de aprobar los exámenes, no por suerte ni de oídas, sino porque, simplemente, saben de matemáticas.

«Cando un rapaz non entende algo se frustra e perde a concentración, pero no momento no que o que non sabía se lle fai comprensible crea unha sensación de éxito e o que chega é a percepción de as matemáticas son bonitas e útiles», explica Rosalía Avilés, que también reconoce los primeros frutos de una cosecha que llegará con el final del año lectivo.

En función del éxito conseguido, el centro baraja ya continuar en próximos cursos con este programa, o introducir alguno nuevo. Esta experiencia resulta novedosa con las matemáticas, pero el año pasado se centraron en algo tan simple y tan vinculado a la educación y el conocimiento como la comprensión lectora.

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