Denuncia a un vecino en Melide por llevar un galpón hasta el linde con su finca

melide / la voz

VIGO CIUDAD

La disputa es entre dos oriundos de la parroquia de Moldes.
La disputa es entre dos oriundos de la parroquia de Moldes. noguerol< / span>

12 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

A Nazario Castro le gustan las cosas bien hechas, con la ley en la mano. Y no es que la construcción de planta baja que un paisano suyo de Moldes, en Melide, levantó dentro del recinto exterior de su vivienda esté mal. Todo lo contrario. En contra de lo habitual, hasta la fachada ha sido cuidadosamente rematada. Pero, según este vecino de Vigo, el galpón patina desde el punto de vista legal. Y lo hace porque la pared medianera alcanza justo el límite con la finca que Nazario heredó en su parroquia natal.

La situación la lleva denunciando desde hace tres años, cuando dirigió su primer escrito al Ayuntamiento melidense, que procedió abriendo un expediente de reposición de la legalidad de la construcción, con cuyo proceso de resolución no está nada conforme el denunciante. Y así se lo transmitió días atrás a la Administración local, a la que Nazario Castro volvió a dirigirse por escrito para saber si a la construcción ilegal de su vecino en Moldes se le otorgó finalmente licencia, toda vez que la legalización de la obra, tal y como el año pasado se le comunicó desde el Concello melidense, recibió el informe favorable del correspondiente técnico municipal y solo estaba pendiente de informe jurídico.

A falta de conocer la resolución final del expediente, Nazario Castro, que también notificó la situación a la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística de Galicia y al Valedor do Pobo, discrepa con el visto bueno que hasta la fecha ha recibido la legalización. Considera que no es viable porque la edificación no respeta la distancia mínima legal con el linde con su finca. «A mí se me respetan los tres metros o la separación que corresponda de acuerdo con la normativa municipal y no tengo problema», afirma el denunciante, que dice estar dispuesto a recurrir a la vía judicial si la resolución del expediente de legalización no le satisface. Nazario Castro cuenta haber advertido a su vecino de la situación, pero sin éxito. «Por eso recurrí al Concello», afirma. Y justifica su empeño en el hecho de que «si quiero vender la finca, no va a comprármela nadie».