Melide se ha prestado, por segundo año consecutivo, como escaparate de los anticuarios gallegos de la mano de la empresa CC Eventos, que volvió a apostar por la localidad para organizar un muestra sectorial que ayer abrió sus puertas en el recinto ferial con la participación de una treintena de expositores en los que el visitante puede encontrar, durante toda la jornada de hoy, mucho más que antigüedades, muebles y artesanía. Entre todo, las reliquias y las piezas de coleccionista es lo que más llama la atención de la feria, en la que resaltan, por su pulcritud, las antigüedades de la tienda en Foz de Manuel Fernández.
Cerámica de Sargadelos de 1845, un reloj de pared francés del siglo XIX o una radio de las últimas que se fabricaron con válvulas son algunos de los tesoros que expone este anticuario lucense, que cuenta que «hai mercado» en el sector, aunque la crisis está detrás «dunha baixada nos prezos das antigüidades dun 30 %». Coincide en la radiografía una compañera de oficio de A Estrada que repite en la feria de Melide porque «o ano pasado marchei moi contenta», afirma para confesar que vendió. Su joya: un mantón de manila auténtico de mediados del siglo pasado.