Asegura que el Concello lo sacó sin más pese al valor histórico de la pieza
27 nov 2014 . Actualizado a las 18:46 h.Un vecino de Dodro presentó ayer una denuncia en el servicio de vigilancia e inspección de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta para que este organismo investigue la retirada por parte del Concello de un reloj de sol ubicado en la conocida como Casa da Bexa, del año 1859 y que está en la aldea de Castro. Este particular recuerda que este núcleo de Dodro está catalogado en el PXOM como conjunto histórico, incluido en el Inventario de la Dirección Xeral de Patrimonio, y se hace eco de la pregunta realizada en pleno por el Colectivo Nacionalista de Dodro sobre la retirada del reloj por parte de un camión grúa municipal y, al parecer, sin ningún tipo de medida.
Así, este vecino quiere saber si el reloj de sol se sacó conforme a la normativa establecida en el Plan Xeral de Ordenación Municipal; qué base documental se usó para su retirada; si estuvo presente algún técnico de la Dirección Xeral de Patrimonio en la retirada para que, «en caso de reposión se coloque a peza de xeito adecuado», una vez que se trata de un reloj de sol, añade.
Por último, pregunta si la pieza está en un «estado de conservación adecuado» en el lugar en el que fue depositado por el Concello, en la huerta de la casa. El vecino de Dodro insta al organismo de la Xunta a adoptar «as medidas pertinentes para a reposición do reloxo que era parte indisoluble da aldea e incluso reclamo turístico desta zona».
En el pleno, el alcalde Valentín Alfonsín explicó que el reloj fue retirado a petición de la propiedad de la casa porque existía «risco de caída» y, por tanto, de peligro tanto para los viandantes como para la propia pieza, con su consiguiente pérdida. También confirmó que el reloj le fue «entregado ao seu lexítimo propietario» y depositado en la huerta de la casa. El grupo nacionalista preguntó, además, por un hórreo y el regidor explicó que no se puede meter dinero público en propiedades particulares y lamentó que, cuando gobernó el BNG, no tuviera esa misma preocupación por los cruceiros de Manselle y Revixós, que tienen pasos «cubertos de formigón», dijo.