Que la operación urbanística del viejo hospital de Galeras esté enquistada desde el 2001 y que no se haya desbloqueado ni en el bum del ladrillo habla de forma cristalina sobre su dificultad. De ahí que la Universidade también haya pedido formalmente al Concello que sea sensible hacia los problemas que encierra un edificio abandonado que ya no tiene nada aprovechable en su interior, de manera que se puedan suprimir algunos condicionantes como los derivados de la limitación de sobrecargas de uso en la estructura que se conserve y se tenga en cuenta la limitación para dotarlo de las plazas de aparcamiento requeridas por obligación. Todo ello conservando, eso sí, la fachada del viejo edificio «para manter as pegadas do que foi un fito na arquitectura hospitalaria galega e compostelá», así como la volumetría y los elementos pétreos de fachada.
La Universidade incluye en su petición al alcalde un caramelo que gustará en Raxoi. Recuerda Viaño en su exposición de motivos que esta operación tiene como objetivo la financiación de otras sedes universitarias, lo que permitiría a la USC liberar el vecino edificio de Odontoloxía, del que es titular el Concello. En cualquier caso, la institución queda abierta a la posibilidad de un nuevo convenio en el que se «poderían reconducir os obxectivos» de la solicitud.