Negreira sigue buscando a Fina, la octogenaria desaparecida el día 14

Emilio Forján NEGREIRA / LA VOZ

SANTIAGO

Los vecinos organizaron una marcha a la capilla de O Cotón para recordarla

23 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Negreira no se olvida de su vecina, Josefina Forján Caamaño, que desapareció hace ya más de una semana después de salir a pasear. La Guardia Civil y una marea de voluntarios sigue buscando a la octogenaria sin descanso, y cubriendo a pie, en coche, a caballo o en moto muchas zonas del Val de Barcala para encontrar a la mujer que no regresó a su casa de A Chancela el pasado viernes 14 de noviembre.

Una semana después, la noche del 21, centenares de personas se unieron a la marcha a pie entre el teleclub de A Chancela, lugar desde donde se coordina su búsqueda, hasta la capilla de O Cotón. En silencio y portando velas, familiares y vecinos expresaron su deseo de encontrar a Fina y, sobre todo, que su desaparición no caiga ni mucho menos en el olvido. Una oración y unas palabras sirvieron para tenerla muy presente entre todos los allí congregados, al tiempo que un familiar suyo expresaba la gratitud hacia a todos aquellos que no han dudado en sumarse a las infatigables jornadas de búsqueda de Fina.

El dispositivo para encontrarla sigue con turnos de tres horas, a las nueve, a las tres y las seis de la tarde, mediante grupos de voluntarios organizados en lo que inevitablemente ya es algo cotidiano en sus vidas y, donde ni el paso de los días ni la lluvia han mermado el número de voluntarios como tampoco las esperanzas de hallarla, si bien la triste realidad se inclina a que no haya podido sobrevivir a tantos días de lluvia, frío, y además sin comida. Ayer, parte de los esfuerzos se centraron en descartar que se pudiese haber refugiado en algún bajo o garaje de Negreira y sus alrededores, ya que en la tarde noche en la que desapareció se registró una fuerte tormenta.

Hasta la fecha, todos los esfuerzos realizados en su busca han sido infructuosos. Y ello supone un evidente desgaste físico y emocional para sus familiares más directos, que han visto pasar los días sin que se encontrase ninguna pista o evidencia clara de lo que pudo haberle pasado a su tía Fina. La octogenaria no regresó a casa tras su habitual paseo de cada tarde el pasado día 14 de noviembre.

También llama la atención entre quienes la buscan, que sean muy pocas personas quienes dijeron haberla visto la tarde de su desaparición.