Arzúa impulsa una campaña para reducir la factura de Sogama mediante el reciclaje

arzúa / la voz

SANTIAGO

18 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Reducir el coste del servicio de recogida de basura y, muy particularmente, la factura que se le abona a Sogama por el tratamiento de los residuos en la planta de Cerceda es el objetivo de una campaña que ha lanzado el Concello de Arzúa, que ha puesto a disposición de los vecinos más medios en busca de una mayor implicación con el reciclaje. Una veintena de contenedores para la recogida de orgánicos y media docena para la selectiva de vidrio ha empezado a distribuir el departamento municipal de Medio Ambiente en el casco urbano y en la zona rural. La pretensión es «aumentar o grado de eficacia na recollida selectiva, promover e inculcar a cultura da reciclaxe», afirma el alcalde José Luis García López, quien avanzó que están pendientes de recibir una subvención para adquirir y repartir más contenedores.

El ahorro que supondría para las arcas municipales una mayor implicación ciudadana en el reciclaje está detrás de la medida, ya que, solo en lo que va de año, el Concello de Arzúa ha abonado a Sogama una multa de 3.212 euros por impropios, que es como se llama a los residuos que llegan a Cerceda sin ser orgánicos. Por igual concepto, la sanción fue en 2013 de 2.927, un cifra que ya se superó este año sin que haya terminado todavía. Con esos datos, el regidor de Arzúa defiende «a necesidade de que os veciños colaboren non só por unha cuestión ambiental, senón tamén económica» máxime cuando «o incremento que acabamos de sufrir nas taxas que se lle pagan a Sogama polo depósito dos residuos supón un gravame moi importante e difícil de afrontar para as arcas municipais», explicó.

El año pasado, el Concello arzuano pagó a Sogama 120.879 euros, lo que representa el 36,5 por ciento del coste total de servicio, que supuso un gasto de 330.577 euros. Frente a esas cifras, las arcas municipales ingresaron por el cobro de los recibos a los contribuyentes 207.708 euros, lo que convierte el servicio de recogida de la basura en uno de los más deficitarios.