La localidad acoge este fin de semana la mayor feria ecológica de Galicia
16 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.No alcanza el espacio en esta crónica para contar lo que uno se encuentra este fin de semana cuando atraviesa la puertas del recinto ferial de Arzúa. Hay tanto que ni haciendo encaje verbal de bolillos. La tierra del queso se ha convertido también en un referente para el sector verde en la comunidad y procedentes de toda ella, se han dado cita productores, artesanos y distribuidores con propuestas respetuosas con el medio ambiente. Sesenta y cinco expositores ha logrado reunir la organización para la undécima edición de la feria ecológica de Arzúa, que, con esa cifra que bate récords, ya es la más grande de Galicia.
Y no porque lo digan en Culturactiva, la cooperativa que gestiona un encuentro sectorial que promueve y financia el Concello arzuano. Es lo que sostienen los propios participantes. Como Isabel y María, que se estrenan en la cita con una muestra de lo que tienen en la tienda que hace un año abrieron en Vigo. «Vimos polo nome que ten a feira», afirman estas dos mujeres que, con un comercio en el que hay de todo para cultivar en ecológico productos de huerta en espacios urbanos, apostaron por un mercado «en auxe», apuntan. No se quejan. «Cada vez hai máis xente que quere cultivar os seus alimentos na casa», dicen.
También se subieron al carro y no se arrepienten Miguel Rodríguez y Patricia García, que hace once años convirtieron en su medio de vida una tradición tan familiar como secular en la Ribeira Sacra. El único aceite gallego ecológico lo pone este matrimonio en el mercado bajo el nombre de Aceites Figueiredo. Como el propio certificado de producción, ellos también son novedad en la feria de Arzúa, adonde llegaron desde Ribas do Sil. Allí cultivan especies autóctonas de olivo que hacen que su aceite también sea 100 % gallego y con dos cualidades que lo distinguen de los demás. «Tiene unos niveles muy altos en antioxidantes y polifenoles, que es lo que le da una calidad superior», explica ella.
Y ricas en propiedades culinarias y medicinales son hierbas «que pisamos» como el diente de león y el llantén, que es lo que este año ha incorporado a su escaparate en la feria ecológica de Arzúa Silvia Caffaru, que regenta, en San Sadurniño, Herbas de Caaveiro, dedicada a la producción ecológica de plantas medicinales, culinarias y aromáticas. «Es un clásico la feria de Arzúa, viene mucha gente y compra», cuenta. Y para llevarse la compra a casa, tampoco faltan cestas en la feria ecológica. Las confecciona con cintas de palés que recoge en las obras la señora María, una vecina de Arzúa que encontró en el reciclaje un entretenimiento al que, además, le saca partido.