Personas afectadas en el hospital, y una exposición, explican experiencias
30 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.«A quien sufra un ictus le recomiendo que se anime, que mire para adelante, que no se hunda; y que se proponga metas para progresar y superarse cada día, que es lo que importa»: así se explicaba Mercedes Gianzo ayer en el Hospital Clínico. Esta mujer sufrió esta enfermedad cerebrovascular, que consiste en un trastorno brusco de la circulación cerebral, en el año 2007. Tras recuperarse en el hospital, fue usuaria del centro de día de la asociación de daño cerebral Sarela, donde le dieron de alta hace dos años al comprobar que volvía a valerse para sus actividades.
«Es muy duro enfrentarse a un ictus, porque te tienes que habituar a todo de nuevo y cuesta trabajo. Pero con esfuerzo vuelves a hacer tu vida», insistía ayer en el Clínico, donde fue una de las personas afectadas de este problema de salud que relataron su experiencia.
Son Héroes, como les define una exposición que puede verse hasta el sábado en el aeropuerto de Lavacolla, centrada en la historia de siete personas que lograron controlar el ictus, promovida por Bristol-Myers Squibb y Pfizer, en colaboración con la Federación Española del Ictus y la Federación de Asociaciones de Personas Anticoaguladas. Explica cómo es el día a día, los apoyos que reciben para avanzar en la recuperación, y también insisten en la importancia de tener un espíritu de superación para recobrar o suplir lo perdido lo antes posible.
Resalta asimismo esa muestra el interés en la prevención. En esta idea insistían ayer Miguel Blanco y Susana Arias, especialistas de neurología, en el Clínico, donde ofrecían la posibilidad de controlar la presión arterial y otras pruebas.
«Una persona que estaba bien y de repente nota que no puede hablar, mover un lado del cuerpo, siente alteración de la sensibilidad, o de la visión, debe acudir de inmediato a urgencias o llamar al 061, para que identifiquen si es un ictus y, en ese caso, trasladarlo lo más rápido posible a un centro donde puedan atenderle. Si es un ictus por obstrucción de una arteria se le puede dar un tratamiento para deshacer el trombo, pero para que sea eficaz tiene que ser en las primeras cuatro horas», explicaba Miguel Blanco.
En Santiago, 650 casos al año
En Santiago se tratan «unos 650 casos al año. Sobre la mitad son graves y necesitan hospitalización. Y de estos, solamente un 20 % van a cumplir los criterios para el tratamiento recanalizador. Un 30 % quedan con secuelas, que les incapacitan para su vida diaria. En estos pacientes lo mejor es aplicarles medidas de rehabilitación, terapia ocupacional, volverlos a adaptar para que sean lo más independientes posible. La sanidad se ha centrado en la fase aguda, ese tema es una asignatura pendiente. La cantidad de recursos necesarios para esos pacientes es muy amplio», agrega Blanco.
La mortalidad intrahospitalaria por ictus el año pasado ha sido de un 11,1 % en Santiago, y a los 3 meses de cerca del 25 %, «similar a otros hospitales», indica este neurólogo. El ictus hemorrágico puede ser causa de muerte súbita y se reciben «3 o 4 casos al año». Miguel Blanco insiste en que una causa de ictus es la edad avanzada, y por eso preocupa el envejecimiento; y la hipertensión arterial, o el consumo de tabaco y grasas, que son evitables.
SALUD TESTIMONIOS EN EL DÍA MUNDIAL DEL ICTUS
«Es muy duro enfrentarse a un ictus, porque te tienes que habituar a todo de nuevo y cuesta trabajo»
Mercedes Gianzo