La plantilla de trabajadores de la piscina municipal de Padrón volvió a presentarse ayer a las ocho de la mañana en las puertas de la instalación pero, por segundo día, esta permanecía cerrada, al menos para ellos. Lo que sí pudieron hacer los empleados fue comprobar como dos personas, en este caso fontaneros, trabajaban en las instalaciones pese a que, según recuerdan, el alcalde firmó el 8 de octubre una comunicación del remate de las obras.
En ese escrito, dirigido a la empresa que tenía la concesión del servicio y cuyo contrato denunció el Concello, se recoge, además, que en los próximos días se procederá a realizar el acto de recepción de obras, quizás hoy mismo, momento a partir del cual la piscina deberá ser reabierta al público, algo que no podrá hacer la misma empresa, que se acogió a un concurso voluntario de acreedores. Entretanto, los trabajadores se quedan en una situación de «despido táctico», al acabar el expediente de regulación de empleo y no poder trabajar. El alcalde rehusó ayer pronunciarse sobre este tema.