El debate de autonomía se zanja con 28 acuerdos entre dos o más grupos

M. Cheda | Serafín Lorenzo | Domingos Sampedro

SANTIAGO

El Parlamento condena por unanimidad los crímenes del franquismo, AGE se queda solo negándose a censurar el terrorismo, el PSOE apoya las medidas contra la corrupción del PP y el BNG logra reabrir la comisión de investigación de las cajas

09 oct 2014 . Actualizado a las 21:05 h.

Después de tres días de discursos, negociaciones y votaciones, el debate sobre el estado de la autonomía del 2014 ha quedado zanjado este mediodía con la aprobación, sobre 200 registradas, de 56 resoluciones, un 5,4 por ciento más que en la edición del 2013. Con el apoyo de dos o más grupos han salido adelante 28, ocho de ellas por unanimidad, y con los únicos sufragios del PP (hoy 39 de 73), otras tantas. Con su mayoría absoluta, transaccionadas o sin cambios, la fuerza mayoritaria ha permitido que prosperasen 16 iniciativas de la oposición: 11 del unipersonal grupo mixto, tres de AGE, una del BNG y otra del PSOE.

Entre otras propuestas, ha recibido luz verde, con el respaldo socialista, la popular para la «rexeneración democrática». Esta incluye dotar al Consello de Contas de «facultades para a prevención da corrupción», encorsetar la labor de los gobiernos en funciones, reducir a siete días la duración de las campañas electorales, vetar las donaciones a los partidos políticos y prohibir a los altos cargos decidir en asuntos relacionados con intereses de empresas «nas que eles ou os seus familiares formaran parte dos órganos de decisión nos dous anos previos ao nomeamente».

Además, ha obtenido el plácet total de la Cámara una iniciativa pactada entre el PP y el BNG sobre la base de un texto original de la segunda de ambas formaciones. En plena tormenta por las tarjetas negras del germen de Bankia y por las posibles operaciones fraudulentas de crédito en NCG, en virtud de este acuerdo será reactivada en la Cámara la comisión de investigación sobre la gestión de las antiguas cajas gallegas, con especial atención a «prácticas de maquinación por parte de algún dos altos dirixentes [...] para enriquecerse personalmente».

Distinta suerte ha corrido la resolución de los de Feijoo para que el Parlamento expresase su «firme condena a todo tipo de actos de terrorismo» y su «rexeitamento a calquera tipo de acción ou declaración que xustifique, ampare ou minosvalore a violencia terrorista». Esa reprobación, similar a otra formulada hace 12 meses, ha concitado la aprobación de PP, PSOE, BNG y el grupo mixto, pero el rechazo de AGE.

Asimismo, esta vez por unanimidad, el hemiciclo ha suscrito una censura «ao golpe de Estado perpetrado por Franco, ao réxime ditatorial consecuencia deste golpe de Estado e aos crimes e represións exercidos sobre as persoas vencidas». En el polo opuesto, los conservadores se han quedado solos a la hora de cargar implícitamente contra la consulta soberanista de Artur Mas, explicitando «apoio ao Goberno da nación nas medidas conducentes a garantir o respecto á Constitución española de 1979, no atinxente á organización territorial do poder do Estado».

En el debate previo, la portavoz del grupo mixto, Carmen Iglesias, había calificado de «indispensable» una ley autonómica «que acabe coa impunidade dos cargos públicos». Ya sobre las propuestas aceptadas o transaccionadas por el PP, expresó su deseo de que se lleven a la práctica. «Pero con estes hai que estar sempre coa mosca detrás da orella», advirtió.

Por su parte, la viceportavoz del BNG, Ana Pontón, acusó a la Xunta de «deixar tirada á xente que máis o necesita», por insistir «na vella política caciquil e provinciana». Además, para desacreditar la reforma que reducirá de 75 a 61 el número de diputados, denunció que el gasto de Feijoo en asesores supera el coste del Parlamento. Y volvió a reivindicar el derecho de Galicia a decidir, amén de caricaturizar al presidente como «o Sancho Panza de Rajoy», por su propuesta en contra de la consulta catalana.

Igualmente, su homóloga en AGE, Yolanda Díaz, arremetió contra la gestión del jefe del Ejecutivo. «Non é certo que esteamos a saír da crise. Vivimos nunha crise e non imos saír dela mentres vostedes non cambien as súas políticas», manifestó. Díaz cifró en 161.400 los empleos destruidos en Galicia desde el 2009. En paralelo, aseguró que el bipartito dejó un 12,6 por ciento de paro y que ahora asciende al 22,3 por ciento. Por último, acusó a la Xunta de «cargarse a lei da dependencia», al tiempo que pidió el rescate de la AP-9.

Desde el PSdeG, Carmen Gallego dijo que, si el PP quiere «rexeneración de verdade», lo que tenía que hacer es apoyar las resoluciones de su grupo en este sentido para reducir aforamientos y evitar cambios unilaterales de las normas electorales, dado que la posición esbozada por Feijoo en este sentido es «meramente declarativa». «Pero aínda así -esgrimió- imos a darlle o apoio».

De dar réplica a la voces de la oposición se ocupó la viceportavoz de los populares, Marta Rodríguez Arias, quien destacó la «vontade de consenso» con la que su partido había acudido a la cita de esta semana en O Hórreo. Con el ánimo de desmontar las demandas de socialistas y nacionalistas, blandió ejemplos de «incoherencia» como que ellos ahora exijan a Feijoo que recorte asesores cuando en el bipartito gastaban el doble en esa materia.