Castiñeiriño y San Lázaro copan los tropiezos por la crisis inmobiliaria

x. r. santiago / la voz

SANTIAGO

Dieciséis unidades sin vender en A Muíña llevaron a la cooperativa al concurso de acreedores.
Dieciséis unidades sin vender en A Muíña llevaron a la cooperativa al concurso de acreedores. pablo f. Capón< / span>

Una de las cooperativas de A Muíña se acoge al concurso de acreedores

03 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis del ladrillo, que llegó antes que la financiera y la de consumo, pilló con el pie cambiado en Compostela a varias promociones inmobiliarias, pero con el tiempo algunas fueron resolviéndose y otras quedaron pospuestas sin excesivos daños económicos. Dos barrios, San Lázaro y Castiñeiriño, copan a día de hoy las situaciones más delicadas.

En San Lázaro hay una cooperativa de viviendas que ha ido arriba y otra que se ha quedado atascada en el camino por no llegar a su arcas el apoyo económico comprometido por el BBVA. La lógica induce a pensar que puede aterrizar en el concurso de acreedores. Y la misma lógica induce a pensar que no iría a un proceso concursal la cooperativa de enfrente, O Ferrado, con sus 78 viviendas construidas y el suelo urbanizado. Pues ya está inmersa en el mismo, de forma voluntaria.

El hecho obedece a que en su día la cooperativa gestionada por Millarcasa firmó un préstamo con Caixa Galicia. Con la estructuración bancaria el crédito fue a parar a la Sareb, que de los nueve millones del monto no dejó disponer a los cooperativistas de 600.000 euros. Como había que hacer frente a los compromisos con un acreedor especial, Hacienda, la entidad optó por ir al proceso concursal.

Millarcasa negocia con el Sareb una solución que implique facilidades para la disposición y venta de los 16 dúplex que quedaron en el aire. De no alcanzarse un acuerdo pasarán a los fondos del Sareb, aunque advierte interés en la compra de las viviendas.

La otra cooperativa, que arrancó con Xestunor, promueve 99 viviendas y se ha quedado en la estructura inicial a la espera de obtener los recursos para afrontar las edificaciones.