La oftalmología avanza para predecir las principales causas de ceguera con un análisis de sangre

Joel Gómez BILBAO

SANTIAGO

En el congreso de la sociedad española de la especialidad se presenta un nuevo fármaco, aprobado en septiembre, que evita operar sobre todo a pacientes jóvenes que sufren desprendimiento de vítreo

01 oct 2014 . Actualizado a las 15:51 h.

La oftalmología avanza para conseguir que un análisis de sangre, u otros biomarcadores, sirvan para predecir si una persona va a padecer degeneración macular asociada a la edad (DMAE) o glaucoma, dos de las principales causas de ceguera, afirma Luis Fernández-Vega, presidente de la Sociedad Española de Oftalmología. Este es uno de los asuntos que se aborda en el congreso español de la especialidad, que reúne a unos dos mil especialistas en Bilbao, además de a investigadores y multinacionales farmacéuticas.

Las principales causas de ceguera no se pueden prevenir, porque están asociadas a la edad, que es su principal factor de riesgo, de ahí la importancia de los biomarcadores para poder detectar lo antes posible a personas con mayor riesgo e intervenir con ellas para mejorar su calidad de vida, según se indicó.

La edad es también la causa del incremento del número de cataratas, que las últimas décadas es la «cirugía estrella» de la oftalmogía en España. «Si vive lo suficiente, toda persona desarrollará una catarata», manifestó Fernández-Vega; aunque la edad en que se presenta es muy variable, a veces incluso a los 90 años.

El congreso comenzó con la presentación de un nuevo fármaco, ocriplasmina, aprobado en septiembre en España, que evita operar sobre todo a pacientes jóvenes que sufren tracción vítreomacular. Consiste en el desprendimiento posterior del vítreo, que puede deformar o incluso romper la retina y que es un trastorno importante. Este nuevo tratamiento está especialmente indicado para pacientes jóvenes o que no hayan sido operados de cataratas, en quienes es efectivo hasta en un 70 por ciento de los casos, explicó José García Arimí, del hospital Vall d'Hebrón de Barcelona. Este fármaco se inyecta una sola vez y, si es efectivo, evita tener que operar al paciente, sostuvo Marta Suárez de Figueroa, presidenta de la Sociedad Española de Retina y Vítreo. Si al cabo de un mes este tratamiento no funciona, el paciente debe operarse, agregó. En muchos casos la operación es incómoda, pues durante un tiempo en el posoperatorio deben preocuparse de mantener la cabeza hacia abajo para que tenga buenos resultados, además del riesgo de complicaciones.

Los especialistas insistieron en la relevancia de seleccionar bien a los pacientes, pues para quienes está indicado supone un avance muy importante.