Teo restituye a la corporación de 1936 y honra su legado de gobierno

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

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Los diecisiete ediles de la actual corporación compartieron espacio con otros tantos familiares de los concejales depuestos.
Los diecisiete ediles de la actual corporación compartieron espacio con otros tantos familiares de los concejales depuestos. xoán a. soler< / span>

Una placa recordará en el salón de plenos a los ediles de la República

23 sep 2014 . Actualizado a las 12:52 h.

Teo contra el silencio y el olvido. Así se resume el acto institucional organizado por el Concello para «recuperar a legalidade» y «restaurar a memoria dos lexítimos representantes do pobo de Teo», destituidos en 1936.

Al acto acudieron familiares de José Rodríguez Vázquez, José Santiago Otero Carballal, Constante Liste Forján, Constante García Torres, Ricardo Otero Lueiro, Ramón Torres Viño, José Seoane Framil, Jesús Blanco García, Santiago Balado Barros, Juan Casal García, Ramón Parajó Tellado, José María Iglesias Boullón, Manuel Liñares Pereiro, Andrés Puente Fernández, Juan Fandiño Iglesias, Avelino Rosende Rosende y José Trazado Iglesias, los diecisiete ediles que pusieron en marcha varias escuelas, reclamaron a la Diputación infraestructuras básicas y recaudaron 250 pesetas para la campaña de apoyo al primer Estatuto de Galicia.

Como portavoz de las familias ejerció Gonzalo Rodríguez Mourullo, hijo de José Rodríguez, que pagó con la persecución y el exilio su cargo de regidor, una representación que según relató su hijo «cambioulle a vida», obligándole a huir a Argentina, país al que llegó «disfrazado de oficial de tripulación do barco no que viaxou acollido pola tripulación e sen un peso no peto». Otros, como Liste fueron asesinados y sin que se conozca su paradero.

Una detallada y cuidada publicación en la que durante meses trabajó personal del Concello junto con la edila de Cultura, Carme Hermida, recopila toda la documentación localizada sobre ellos y que servirá para paliar casi ochenta años de un silencio de supervivencia que provocó que buena parte de los familiares de estos concejales no supiesen el cargo que desempeñaron sus padres y hasta bisabuelos.

Una placa con imágenes de todos ellos cuelga desde ayer en un salón de plenos en el que hubo discursos de todos los colores políticos. De entre ellos destacó el de Manuel Parajó, nieto de uno de estos concejales restituido, que aludió «ao que nunca debeu pasar», y el del alcalde, Martiño Noriega, que reconoció que a «memoria si ocupa un lugar», y que la de los diecisiete del 36 ya tiene su espacio, sobre todo en Teo.

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