Los once trabajadores de la piscina municipal de Padrón volvieron a concentrarse ayer ante el Concello, esta vez apoyados por familiares y usuarios del servicio, coincidiendo con la reunión del gobierno local con la empresa. Al término de la misma, el alcalde Antonio Fernández se reunió con los empleados para comunicarles que le da un plazo a la concesionaria para que acredite solvencia económica antes del próximo viernes, para poder estudiar su continuidad al frente de la gestión de la instalación. También los informa de que la empresa adeudaba en mayo de este año a la Agencia Tributaria la cantidad de 1.425.589,46 euros y que así le consta desde el día 5 de ese mes, conocimiento que, según los empleados, «siempre negaron tanto el regidor como el concejal de Deportes».
Antonio Fernández emplazó a los trabajadores para el próximo lunes. Los empleados se mostraron «sorprendidos y asustados» al contemplar la posibilidad de que continúe con la gestión la misma empresa, a pesar de la deuda que tiene. Hablan de que en otros ayuntamientos en los que esta firma gestiona instalaciones ya se le ha rescindido el contrato y han buscado una «solución alternativa» para garantizar el correcto funcionamiento del servicio de la piscina municipal y de asegurar unas condiciones laborales dignas.
Los trabajadores entienden que, bajo ningún concepto, «la continuidad del servicio pasa por mantener la gestión en manos de esta empresa», cuyo gerente dijo ayer públicamente a un grupo de usuarios que no iba a solucionar «nunca» el problema, cuentan.