Desde el 2006 no se han cubierto bajas en ninguno de los dos cuerpos
14 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Bajo mínimos. Así están las plantillas de dos servicios municipales tan básicos como son la Policía Local y los Bomberos de Santiago. En los últimos años, ambos cuerpos han visto reducirse drásticamente sus plantillas en más de un 20 por ciento. La razón es que desde el 2006 el Concello no ha repuesto las bajas que se han ido produciendo. El resultado es una pérdida de capacidad de reacción y de vigilancia que tan solo se contrarresta gracias al sobreesfuerzo y el compromiso profesional del personal.
La Policía Local tenía 175 agentes en el 2004 y mantuvo su plantilla estable hasta el 2007, año en el que contaban con 174 efectivos. A partir de ahí, llegó el bajón. En siete años se han perdido 32 policías. Hoy solo hay 142 disponibles, una cifra que ni tan siquiera cubre las recomendaciones de 1,8 agentes por cada mil habitantes, ya que exigiría contar con un cuerpo de al menos 167 efectivos. Y eso contabilizando únicamente los habitantes censados, pero si se tuviese en cuenta la población flotante, muy alta por la presencia de estudiantes universitarios, esa cifra debería de ser de unos 215 policías locales.
Los Bomberos están igualmente mermados. Han perdido 19 efectivos desde el 2007, año en el que llegaron a contar con una plantilla de 76 efectivos. Hoy hay solo 57 y las perspectivas son alarmantes. Otros seis están a punto de jubilarse e incluso el propio jefe de la dotación podría salir el mes que viene, ya que cumple el período de comisión de servicios por el que recaló en Santiago.
La situación es tan límite que los turnos que se están organizando hoy en los Bomberos compostelanos cuentan con menos efectivos que los que les impusieron como servicios mínimos en la última huelga que convocaron en el cuerpo. Con esta situación, es imposible que el cuerpo pueda asumir salidas fuera del término municipal, como han pretendido en el pasado desde el Concello.
La comarcalización
Los bomberos ganaron en los tribunales su derecho a, salvo emergencia grave, dar cobertura solo a Santiago. De otro modo, advierten, la ciudad, que es la que les paga con sus impuestos, quedaría desatendida. Y en esta situación tampoco es posible hablar de la tantas veces planteada comarcalización del parque compostelano. Para ello habría que volver a contar con una plantilla que, como mínimo, fuese igual a la del 2006, es decir, de 76 efectivos.
¿Cómo se ha llegado a esta situación? Pues tras años sin convocar ni una sola de las bajas que se han ido produciendo cada año. Pese a los recortes en personal impuestos por el Gobierno central por la crisis, los servicios básicos tienen una tasa de reposición de hasta el 10 % de la plantilla. El Concello, sin embargo, no lo ha hecho.