La apertura de la ludoteca de Fontiñas se pospone al 2015

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

01 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Si se cumpliera el nuevo plazo dado por las autoridades locales para poner en marcha la ludoteca de Fontiñas habrán transcurrido diez años desde que comenzaron los primeros movimientos para su construcción. El alcalde de Santiago, Agustín Hernández, confirmó que el edificio está terminado, pero matizó que «falta o importante, a xestión». La idea es sacar a concurso «o antes posible» la contratación del servicio, con el mismo patrón que las guarderías municipales, lo que permitirá que la ludoteca se ponga en funcionamiento en el 2015. «Antes non é posible, polos trámites», lamentó Hernández.

El proyecto de la ludoteca se ha convertido en una patata caliente para todos los concejales que lo han tenido en sus manos desde que fuera promovido por la concejala Elvira Cienfuegos en el 2005. Entonces, la edila nacionalista lo presentó como algo más que un centro social y un parque de juegos. La iniciativa estaría dirigida a niños de 3 a 15 años y con propuestas de juegos diferentes según las edades. La idea era mantenerla abierta todo el día y todos los días de la semana, con el fin de que fuera un servicio pensado para ayudar a los padres en la difícil tarea de la conciliación familiar y laboral.

De todos los colores

Las obras comenzaron en el 2006 con un presupuesto de 621.915 euros. Los cambios políticos en Raxoi hicieron que el departamento de Educación, del que dependía el proyecto, pasara a manos socialistas y, por tanto, la ludoteca recayó en Guadalupe Rodríguez primero y más tarde en Mercedes Rosón. Con ellas llegaron los modificados de proyectos de junio del 2008 (123.355 euros) y de abril del 2010 (85.114 euros). Ese mismo año se adjudicaría el mobiliario por valor de 65.123 euros, colocado en el interior del edificio a la espera de los usuarios.

Ya, con el PP en el poder municipal, la patata caliente llegó a las manos de María Castelao, como concejala de Infraestructuras e Obras, y María Pardo, como responsable de Urbanismo. Fue entonces cuando se percataron de que alguien «se olvidó» de acondicionar el exterior del edificio. En noviembre del 2013 el Concello asume las obras del exterior y aprueba una inversión con cargo a los remanentes de tesorería de 23.138 euros. Además, se plantea recurrir a una subvención de la Diputación provincial de 90.000 euros para completar el mobiliario.

Ahora, casi diez años después, el Concello anuncia que iniciará los trámites para contratar la gestión. Es de esperar que este paso administrativo no sea tan largo como ha sido el de la construcción del edificio.