Melide tiene la única capilla con decoración precolombina

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

SANTIAGO

La construcción, con grabados mayas y aztecas, la ordenó levantar en el XVII un arzobispo del país centroamericano de origen melidense

09 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Comenta Xurxo Broz, arqueólogo del Museo Terra de Melide, que es una pena que a Mateo Segade Bugueiro la vida le hubiese quitado el aliento a una edad temprana. Poco más de medio siglo tenía cuando se fue hace ya cientos de años. Está convencido de que la huella que dejó en el municipio ese religioso, natural de la parroquia de San Cosme, hubiera sido mucho más profunda de lo que es. El fundador de la Obra Pía de San Antón, como así se identifica el conjunto monumental que preside el hoy consistorio en la histórica plaza de O Convento, dejó en Melide la única iglesia existente en Galicia que combina piezas del barroco con elementos de la arquitectura precolombina, los que caracterizan los templos mayas y aztecas.

«Como todo o que é único, ten moito valor», afirma la también arqueóloga Cristina Vázquez Neira, quien explica que, aunque sin estar documentado, es obvio que la presencia de decoración precolombina en la fachada y en el interior de la iglesia en la que los melidenses rinden culto a San Antonio es influencia directa de Segade Bugueiro. Fue arzobispo en México antes de ordenar levantar en 1671 el pazo reconvertido en sede municipal y la capilla anexa que firmó Domingo de Andrade, el arquitecto de la torre de la Berenguela. No es casualidad tampoco que del mismo siglo y con una imagen de la Virgen de Guadalupe sea el cuadro pintado en tela que cuelga en la pared derecha de la nave central de la iglesia de Sancti Spiritus, la parroquial de Melide.

Del legado de Segade Bugueiro, Xurxo y Cristina destacan la historia que esconden las piedras de su obra pía, que, sin haberla visto rematada, impulsó como institución benéfica, dedicada a la formación en enseñanzas superiores de niños pobres. Así funcionó hasta principios del siglo XIX. Desde entonces, el paso del tiempo dejó muchos episodios históricos con los que el personal del museo de Melide sorprende en las visitas guiadas que impulsó por el casco viejo para descubrir a los vecinos el pasado y el patrimonio de una localidad que pudo haber tenido la categoría de ciudad. Como Betanzos o Mondoñedo. Era una concesión restringida a los lugares con el privilegio papal de portar bajo palio la hostia consagrada el día de Corpus Christi. Ese derecho eclesiástico reservado a ciudades con catedral o colegiata se lo había comprado Segade Bugueiro para Melide al Vaticano.