Dos jóvenes, de 25 y 31 años, fueron detenidos el pasado lunes como presuntos autores de varios delitos de estafa y coacción, robo con fuerza y hurto. Ambos detenidos tienen en su historial hasta cincuenta antecedentes. Uno de ellos fue puesto en libertad con cargos después de prestar declaración y el otro fue conducido a prisión, donde estaba cumpliendo una pena anterior.
Los dos individuos fueron localizados después de que se abriera una investigación al denunciarse en la comisaría de Santiago el robo de una libreta bancaria. La víctima explicó que todo ocurrió después de que la acompañaran al cajero automático dos jóvenes que habían acudido a su casa para supuestamente cambiar el contador eléctrico analógico por digital. Estos individuos le dijeron que el cambio era necesario para evitar el corte del suministro y que debía abonar 120 euros. La mujer denunció que le sustrajeron hasta 1.300 euros.
Las investigaciones policiales descubrieron otras acciones similares. En otro caso, los delincuentes entraron una segunda vez en la casa, cuando no estaba su residente, y se llevaron 20.000 euros. Fuentes policiales apuntaron que, en uno de los casos, uno de los individuos entretenía a la víctima, mientras que el otro revisaba la vivienda y robaba el dinero. Los jóvenes se hicieron con un botín de 30.000 euros y ocho fueron las víctimas, todas personas mayores que viven solas.
Fuentes policiales recomiendan no dejar pasar al interior del domicilio a nadie que no acuda debidamente identificado y sin que la cita sea previamente pactada con la compañía suministradora del servicio.