Visantoña dice adiós a su colegio

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

SANTIAGO

NOGUEROL

El centro escolar de Santiso cerró ayer sus puertas por falta de alumnado

21 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El festival de fin de curso del colegio de Visantoña reunió ayer a más adultos que a niños. Y no faltaba ninguno. Estaban todos los que son: quince escolares de 5 a 12 años con los que se echó el cierre definitivo al centro educativo. Desde hace dos años, en este colegio del municipio de Santiso no entra una matrícula nueva y el año que viene, de permanecer abierto, se quedaría con 11 alumnos porque a cuatro les toca seguir formándose en el instituto de Melide, la capital comarcal. La despoblación rural y el descenso de la natalidad vaciaron las aulas del colegio más de cuatro décadas después de que recibiese a sus primeros alumnos.

José Quintela fue uno de ellos. Empezó a ir al cole con 6 años. Hoy cuenta 48 y de su paso por la escuela de Visantoña -empezó siendo una unitaria- recuerda que «en primeiro curso eramos uns 30 compañeiros na clase» y que en su mejores épocas, en el colegio «pudo chegar a haber cerca de 200 nenos», calcula. Fueron tiempos. Las dos hijas de José e Isabel Mosteiro, su mujer, estudiarán el próximo curso en el centro de Arcediago -el único que quedará ya en Santiso-, que aumentará la matrícula al absorber a los niños de Visantoña.

Aunque todavía desconocen el horario que tendrá el transporte escolar, «van ter que madrugar máis e chegarán á casa tarde», comenta Isabel. En el cole al que irán sus pequeñas a partir del próximo curso, con jornada intensiva, entran a las nueve y cuarto de la mañana y salen a las dos y cuarto de la tarde. Pero así lo decidieron los padres. «Déronnos a escoller colexio e tamén a opción, que xa nos daban o ano pasado, de manter unha escola unitaria cun só profesor», cuenta la mujer. No les pareció lo más conveniente para la formación de sus hijos. Por ley, tienen derecho a tres docentes con las especialidades de inglés, música y educación física.

En definitiva, el cierre del colegio «foi consensuado cos pais, non houbo protestas», insisten José e Isabel. Dicen comprenderlo a pesar de que «os profesores traballan de marabilla e o colexio está moi ben» y de que la pena que les causa, confiesan, «é grande». Esa sensación que solo provocan las despedidas para siempre la auguraba días atrás, para el festival de fin de curso, Soqui, que forma parte del último plantel de docentes de Visantoña junto con Vanesa, Mario y Marga. «Vai ser un día triste, raro para todos», decía. Y lo fue. Aunque no a los ojos de unos pequeños tan sonrientes como «extraordinarios e sen os que non se pode contar a historia de Santiso porque son a última xeración do colexio de Visantoña». Extraordinarios y con una preparación académica de excelencia, como quedó más que patente en los vídeos que se proyectaron en el festival.