El hombre hallado muerto en la mañana de ayer en el Camiño do Lermo, junto al barrio compostelano de Vista Alegre, es un colombiano que pedía limosna en un supermercado cercano y que tenía detenciones policiales por hurtos, así como hospitalizaciones por problemas psiquiátricos. Unos antecedentes que, junto a los datos recabados en la escena del suceso, han hecho a la Policía Nacional descartar que se tratase de una muerte violenta.
Un vecino de la zona fue el que se encontró el cadáver y dio aviso. Al lugar se desplazaron efectivos de los bomberos, la Policía Nacional, la Policía Local, forenses y el juez José Antonio Vázquez Taín. El hombre apareció tirado en el río Sarela, boca abajo, vestido y con una mochila de grandes dimensiones a la espalda.
Las primeras hipótesis apuntan a que el hombre podría estar bajo los efectos del alcohol, ya que se hallaron botellas de cerveza en el lugar. Es posible que perdiese el control y, por efecto del peso que llevaba a la espalda, cayera de bruces en el río, por lo que pudo morir ahogado pese al escaso caudal de agua. También podría haber sufrido un infarto u otra dolencia repentina, extremos que ahora deberán aclararse cuando se le practique la autopsia.