La oposición pide una solución política para el convenio cultural

santiago / la voz

SANTIAGO

La polémica por la actividad cultural en los locales de ocio nocturno sigue viva en Raxoi.
La polémica por la actividad cultural en los locales de ocio nocturno sigue viva en Raxoi. xoán a. soler< / span>

Santiago sin Ruido le replica que «no confundan cultura con ruido»

05 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La oposición no se explica los reparos que el gobierno municipal está poniendo a la renovación del convenio con la asociación cultural Cidade Vella para que sus locales puedan realizar actuaciones después de suscribir los del 2012 y 2013 y de haber indicado recientemente, cuando estos suspendieron su programación -lo que reconsideraron anteayer-, que sí habría renovación. Si para Rubén Cela (BNG) no dejan de ser curiosos los cambios del ejecutivo, Mercedes Rosón (PSOE) se preguntaba ayer por qué el alcalde ha decidido ahora «ser o paladín da normativa da Xunta» y no «o pasado ano ou o anterior».

Para ambos, parece que el regidor, también edil de cultura, es «incapaz» de buscar una solución y para eso, coinciden, está la política. Y precisamente lo que le requieren es que busque una solución política con la Xunta para que los locales puedan mantener una actividad cultural que ofrecen desde el 2004.

Normativa «lesiva»

Rosón sostiene que con la actual normativa autonómica, que considera «lesiva» para este tipo de establecimientos, conseguir una licencia, «como di o alcalde, non vai ser posible». Por ello demanda que este negocie la revisión de dicha normativa con la Xunta para permitir asumir este tipo de actividades, «que non xeran conflito á cidadanía» y que aportan cultural y turísticamete. Mientras se tramita ese cambio, sugiere que se busque una solución transitoria para una cuestión que hasta ahora se había resuelto «dentro do sentido común».

«Para iso está a política», para «buscar solucións», refiere Cela, quien considera que esas son posibles garantizando «un punto de equilibrio» entre los intereses de los locales y de los vecinos. Y para eso están, dice, los alcaldes, para «solucionar problemas, non para crealos», aunque con este caso el nacionalista ve una «mostra máis» no solo de que el gobierno «está superado» sino «da típica reacción de Currás ante calquera problema: primeiro négao e aduce cuestións administrativas, logo bota balóns fóra, neste caso coa Xunta, e por último elude as súas responsabilidades e agóchase».

Actividades «clandestinas»

Pero si la oposición tiene preguntas, también las tiene la plataforma Santiago sin Ruido, que pide a PSOE y BNG que no confundan «cultura con ruido ni con incumplimiento de la ley» y plantea «¿a quién benefician las holguras y ambigüedades?». Este colectivo cuestiona que se pretenda «amparar actividades clandestinas» de locales «que incumplen las normas vigentes», afirma que los anteriores convenios concertaban actividades de calle, no de interior, y pregunta al Concello cuándo publicará el tipo de licencias y categoría de los locales de hostelería, como hace con las terrazas, para que los ciudadanos puedan conocer los locales que incumplen. Y concluye que las normas no son una traba burocrática sino que «están para proteger a la sociedad».