El embalse de Portodemouros registra su mayor caudal en 30 años

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol ARZÚA / LA VOZ

SANTIAGO

NOGUEROL

Los sucesivos temporales desbordaron el pantano, que anega prados y pistas

16 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El ruido del agua ensordece y la fuerza con la que baja por el aliviadero da vértigo. En el límite entre las provincias de A Coruña y Pontevedra, en la carretera que uno los concellos de Arzúa y Vila de Cruces, la presa de Portodemouros rebosa. Es el espectáculo en el que han convertido el embalse los temporales encadenados de las últimas semanas. Y tiene público. La zona es un ir y venir de turismos de los que bajan curiosos para atestiguar e inmortalizar una estampa que es excepcional.

El último boletín de Aguas de Galicia sobre el estado de los embalses, elaborado esta misma semana, indica que el principal pantano que embalsa las aguas del río Ulla se encuentra al cien por cien de su capacidad. El volumen de almacenamiento es histórico. No es algo que se especifique en los informes oficiales, pero de ello dan fe quienes tienen el embalse prácticamente a las puertas de casa. Como Javier Martínez, de Baloucás, una aldea de la parroquia de Visantoña, en Santiso.

Señala el prado en el que el pasado verano se reunieron los vecinos para celebrar una fiesta. Hay que imaginárselo. Solo se ven las copas de los árboles. Está totalmente cubierto de agua. «A verdade é que tan arriba nunca chegou», comenta mientras cuenta que la pista que conduce a la aldea de al lado a través de una una ruta de senderismo está anegada debido a la crecida del pantano. Los lugareños no recuerdan nada similar desde hace unas tres décadas y Portodemouros no tiene más de 47 años. En 1967 comenzó a embalsarse el agua.

Rampas bajo el agua

Más afectada que la parroquia de Visantoña es la de Beigondo, donde se coge el ferri que atraviesa el pantano hasta Vila de Cruces, ya en Pontevedra. Las rampas de acceso a la embarcación están estos días bajo el agua, que ha cubierto pistas municipales que se han abierto con la concentración parcelaria. La situación no afecta, ni mucho menos, al servicio de transporte, que sigue prestándose las veinticuatro horas del día. Tampoco causa graves problemas a los vecinos.

En el Concello de Santiso, de todos modos, han querido curarse en salud y el gobierno local ordenó levantar un informe técnico para determinar que caminos se han visto afectados por la crecida. «Por se houbera danos e podemos reclamar, sempre que estean fóra da cota de expropiación», explica el alcalde Manuel Adán. ¿Y hasta dónde puede anegar el embalse?. Es la duda que tienen que despejar las autoridades municipales, aunque desde la Asociación de Afectados por el Encoro de Portodemouros, José Luis Carril, lo tiene claro. Fenosa, que explota el pantano, «inunda terreos que nos lle corresponden», afirma con fotografías en la mano de la casa deshabitada que su padre tiene en Beigondo.