Los vecinos de Galeras llevarán la obra de la rotonda a la fiscalía

r.?m. santiago / la voz

SANTIAGO

Rosa MartínezRosa Martínez

Exigen que se pare el proyecto al grito de «en Galeras, outro Gamonal»

13 mar 2014 . Actualizado a las 12:19 h.

Más de un centenar de vecinos de Galeras y su entorno se manifestaron ayer contra la construcción de una rotonda cuyo proyecto se aprobó «de forma oscurantista» y a la que no ven más interés que el beneficio para el párking privado de la zona, al que ese nudo viario le garantizará un nuevo acceso. Un acceso que además se hará sobre suelo público habilitado como zona verde. Y eso es lo que principalmente ha movido a un barrio que ha recogido ya más de 300 firmas y cuyos representantes anunciaban ayer que esta semana remitirán toda la documentación de la que disponen a la fiscalía de Medio Ambiente, porque entienden que debe «actuar» frente a «este atropelo», según afirmaban en una concentración en la que hicieron patente su oposición a esta obra al grito de «en Galeras, outro Gamonal».

Detrás de una pancarta que rezaba Non á privatización do parque de Galeras, los residentes, a los que apoyó la asociación Río Sarela, de San Lourenzo y Carme de Abaixo, se quejaban de la falta de información municipal sobre un proyecto que les afecta directamente, y no solo por la reorganización del tráfico. El nuevo acceso al párking se hará bajo un edificio de cuatro plantas cuyos ocupantes desconocen el proyecto. «No bloque no que a rampla pasará por debaixo ninguén foi informado diso», apunta José Manuel González, secretario de la asociación vecinal de Galeras, Aqualume, quien afirma que la ocupación de espacio público requiere de una modificación del planeamiento «que non nos consta» y de un acuerdo plenario «que non houbo», además de cuestionar que el interés público de la rotonda esté avalado por un informe de tráfico.

«¿A quién pidieron permiso?»

«A los que vivimos en el edificio donde va la rampa, ¿a quién le pidieron permiso?», porque «nos enteramos ahora», reprochó una de las ocupantes de ese inmueble directamente a la concejala de Urbanismo, María Pardo, quien acudió a la concentración para defender el proyecto y quien tuvo que oír peticiones de dimisión. «Dimisión, dimisión», coreaban algunos vecinos poco después de que la edila tomase la palabra, mientras que otros vociferaban también «dimisión por corrupción», al hilo de lo que está trascendiendo sobre la operación Pokémon.

Los vecinos entienden que no hay interés público en una actuación que ademas supone, dicen, «dilapidar» la inversión pública que se hizo en la reforma de la calle hace cuatro años, y sostienen que la movilidad que se quiere ganar con el doble sentido de García-Sabell para peatonalizar Hortas y Carretas es factible con semáforos. «Que non enfronten aos veciños», pedía una representante de la asociación vecinal Río Sarela.