Durante las obras se recuperó la policromía de este popular conjunto escultórico de Santiago
21 ene 2014 . Actualizado a las 18:26 h.Tras ocho meses de trabajo ha concluido la restauración del retablo pétreo de La Borriquita de Belén, situado en la fachada del monasterio de San Paio de Antealtares. El Consorcio de Santiago, promotor de las obras, ha informado de que, con un presupuesto de casi 27.000 euros, el objetivo era recuperar la autenticidad de este conjunto escultórico conocido como «A Borriquiña» y que es muy popular entre el vecindario del casco histórico compostelano. Del barroco compostelano, el relieve data de mediados del siglo XVIII y está realizado en piedra granítica. Representa el momento en el que la Sagrada Familia huye a Egipto.
En estudios previos se descubrió que el retablo estaba policromado con vivos colores, una característica que se degradó con el paso del tiempo. Por ello, durante estos trabajos de restauración, se recuperaron los dorados originales y la tercera policromía aplicada a la obra, al comprobar los expertos que las dos anteriores podrían no estar completas o en mal estado de conservación, por lo que la que ahora se puede ver data de la mitad del siglo XIX. La arquitecta que dirigió las obras, Idoia Camiruaga, destaca como «as cores estaban ocultas en case toda a superficie por un repinte de escasa calidade, realizado posiblemente no século XX. Atopamos ata catro capas de cor, separadas pola súa correspondente capa de imprimación. As máis antigas son preciosas, moi ricas e detalladas».
El Corsorcio hace hincapié en que el conjunto se encontraba muy sucio y, en apariencia, en un avanzado estado de deterioriación. No contaba, asimismo, con algunas de las piezas originales que se habían quitado de la fachada, por peligro de derrumbe, y que eran custodiadas por las propias religiosas del convento. Estas piezas, entre las que se incluyen la mano y la vara de San José o la corona del Niño, se recolocaron en su lugar.