Blanco Valdés previene contra reformas de la Constitución para las que no hay consenso

santiago / la voz

SANTIAGO

10 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Con la [reforma constitucional] posible, no resolvemos nada. Y la que eventualmente podría contentar al nacionalismo vasco y catalán no sería aceptable para el PP ni incluso para el PSOE». Así de tajante se mostró ayer el catedrático de Derecho Constitucional Roberto L. Blanco Valdés pronunciando su conferencia Fatiga y reforma de la Constitución, en un acto organizado por el Ateneo de Santiago en el centro cultural que la Fundación Novacaixagalicia posee en la rúa do Vilar. Asimismo, el profesor de la USC alertó de que «haríamos muy mal negocio» si Convergencia i Unió (CiU) o bien Izquierda Unida se quedasen fuera de una hipotética revisión de la Carta Magna.

Blanco Valdés enumeró «multitud de causas» para que la Constitución, en su trigésimo quinto aniversario, «sea vista por la gente como algo que hay que reformar»: el paso del tiempo, la corrupción, los movimientos secesionistas, el descrédito de instituciones clave, el cambio de postura sobre la monarquía en ciertos partidos, la crisis económica... Sin embargo, advirtió: «Es cierto que el país tiene una cantidad enorme de problemas, pero casi ninguno de ellos se resolvería cambiando la Constitución. [...] De hecho, solamente uno haría altamente recomendable una reforma: el territorial». Pero, para esa tarea, no se da el consenso exigible.

Porque -sostuvo- sí se podría abordar la modificación de la ley de leyes a fin de mejorar la descentralización del Estado, estabilizar el sistema de reparto competencial y engrasar los mecanismos de solidaridad entre las comunidades, entre otras cuestiones, pero eso no satisfaría las ansias asimétricas de vascos y catalanes. Y las pretensiones de estos últimos no son las del resto. De modo que mejor no meneallo.