La Mancomunidad de Santiago, entre la hibernación o el cierre

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

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<span lang= es-es >Ultima reunión con contenido y polémica</span>. La última sesión de la Mancomunidad de Santiago con propuestas sobre la mesa, no exentas de polémica, data de febrero del año 2012.
Ultima reunión con contenido y polémica. La última sesión de la Mancomunidad de Santiago con propuestas sobre la mesa, no exentas de polémica, data de febrero del año 2012. paco rodríguez< / span>

No funciona desde hace años pero todavía sigue generando gastos

10 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los concellos que integran la Mancomunidad de Santiago (Ames, Boqueixón, Brión, Santiago, Teo, Vedra y Val do Dubra) continúan deshojando la margarita sobre la continuidad de la institución, que nació en el año 2002 cargada de intenciones y que con el paso del tiempo se ha ido vaciando de contenidos, aunque no de gastos.

Sobre la mesa de debate de los concellos se plantean dos alternativas, congelarla o disolverla, pero sin que a día de hoy se haya producido un acuerdo definitivo. En el último encuentro, el regidor de Vedra, el popular Carlos Martínez, planteó a los demás compañeros de comarca la posibilidad de que la entidad continuase viva, pero en un estado similar al de la hibernación para que si fuese necesario se pudiese utilizar este organismo oficial, con estatutos aprobados y legalmente constituido.

Pero los únicos concellos que abiertamente han recogido este guante son Santiago, que siempre se ha resistido a liquidar la entidad, y Ames. En este caso, Santiago Amor (PP), señala que «debe existir un foro de debate para hablar y plantear problemas y soluciones que nos interesen a todos». Pero Amor matiza que la viabilidad comarcal pasa por que la entidad «reduzca sus costes a la mínima expresión y sin aportaciones fijas».

No rotundo de Teo y Brión

Frente a la esperanza que plantea Ames, sus homólogos de Teo, Martiño Noriega (Anova), y Brión, Xosé Luís García (PSOE) tienen muy claro que hay que liquidarla. Noriega señala que «a conxelación non garante que o morto resucite». De ahí que su apuesta sea su disolución, aunque para ello habrá que ver qué se hace con el superávit que tiene la entidad y con las deudas que no pagaron varios concellos, y que no parecen dispuestos a asumir porque, insisten, «non se fixo nada».

«Que se disolva porque non está a facer nada. E se algo non funciona, non vai funcionar nunca e non ten sentido gastar cartos en manter algo que non é operativo», afirma García. Menos vehemente, pero con los mismos argumentos de ambos se pronuncia Jesús Sanjuás, primer edil de Boqueixón, que tampoco le ve sentido a una entidad que está paralizada. «A idea estivo ben, pero agora sería mellor disolvela», considera.

El reclamo que en su día tuvo la entidad compostelana provocó que Val do Dubra pidiese su incorporación para abandonar Ordes, una alternativa con la que también amagó Oroso.

Pero sus actuales alcaldes ya no son de la misma opinión. El dubrés Camilo Varela (PP) reconoce que el acercamiento con Negreira y Santa Comba es más fructífero. «Apostamos polas entidades que funcionan», recalca. A su vez, Manuel Mirás (PSOE) defiende las mancomunidades y pone como ejemplo la de Ordes «que é a que máis servizos ofrece de Galicia» y explica la crisis de la compostelana señalando que Ames y Santiago, por dimensiones, no tienen los mismos intereses que el resto.