Los desagües atascados amplificaron un chaparrón de lluvia histórico

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El Observatorio de la USC y Meteogalicia recogieron en torno a 13 litros en breves minutos

09 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Santiago está sufriendo uno de los peores otoños de los últimos años y se está viendo afectada por frentes que barren la ciudad de oeste a este dejando precipitaciones intensas en breves períodos de tiempo. La de la noche del jueves al viernes fue una más y, según los expertos de Meteogalicia, no será la única. El frente llegó alrededor de las 22.40 de la noche procedente de Corcubión y salió de la ciudad poco después de las once de la noche en la dirección del polígono del Tambre. Cayeron 12,6 litros por metro cuadrados, según el Observatorio Ramón Aller de la USC, entre las 22.50 y 23.00 horas. En los diez minutos anteriores se habían recogido 7,9 litros. Los casi 21 litros por metro cuadrado fueron los que provocaron las numerosas inundaciones registradas en toda la ciudad. El dato de los diez minutos previos a las once de la noche es el segundo más elevado en lo que va de otoño. Por ahora el récord fue el 23 de octubre, con 13 litros. MeteoGalicia registró 13 litros por metro cuadrado en los diez minutos previos a las once de la noche, que se convierte en la marca más alta de las registradas por este servicio desde el 2005.

A su paso dejó imágenes difíciles de olvidar. Una de las zonas más afectadas fue la de Pelamios, Galeras y Carmen de Abaixo. El establecimiento de electrodomésticos de la esquina de Entrerríos sufrió la tercera inundación de este otoño. «La calle era un río, el agua venía bajando desde Xoán XXIII y desde la praza do Obradoiro y seguía por Galeras», explica el propietario del local. La causa directa de lo sucedido era «sin duda, la cantidad de agua que caía», pero «también las hojas que taponaban todas las rejillas», explicaba. Al retirar «las hojas, el agua corrió porque lo de abajo funciona». Las rejillas situadas a lo largo de las calles Galeras y Entrerríos son «bonitas pero poco prácticas», comentaba ayer un vecino que colaboró para retirar hojas de los desagües de la calle Galeras.

Los vecinos se preguntaban por qué no se retiran las hojas o por qué no se plantaron árboles de hoja perenne.