El PSdeG cede al Bloque la alcaldía de Santiso

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol SANTISO / LA VOZ

SANTIAGO

Manuel Adán releva desde ayer a Fernando Suárez, tal y como acordaron en el pacto de gobierno sellado en 2011

10 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Manuel Adán, del BNG, tomó ayer posesión como regidor de Santiso en sustitución del socialista Fernando Suárez, que desempeñó el cargo durante los dos últimos años. El relevo en la alcaldía a mitad de mandato fue uno de los acuerdos del pacto de gobierno que sellaron las dos formaciones tras las elecciones municipales de 2011, que dejaron tanto al Bloque como al PSdeG dos ediles. Entonces, y con el respaldo de la cabeza de lista de la candidatura independiente que concurrió a los comicios, María del Carmen Curros, que ejerce como primera teniente de alcalde, se constituyó una coalición de gobierno que mandó al PP a los bancos de la oposición y con la que Santiso tuvo el primer alcalde socialista de su historia, y ahora, el primero nacionalista.

Manuel Adán prometió el cargo en el transcurso de un acto breve en el que no tuvo más palabras que las de agradecimiento para su antecesor por una dedicación tal que «non lle permitiu ter nin un día de vacacións», afirmó. A petición del nuevo regidor, el público asistente a la toma de posesión reconoció el trabajo de Suárez con aplausos y con igual gesto recibieron a Adán, que, al término del acto manifestó recoger el testigo «nunha situación moi difícil na que non se van facer grandes obras porque é imposible cos medios cos que contamos hoxe os concellos debido á desaparición de determinados programas e subvencións, e a que nos están reducindo a participación nos ingresos do Estado».

Dos años complicados

Al margen de la contribución económica de otras Administraciones, la hacienda local centró la gestión del alcalde saliente, que define los dos años de mandato como «complicados» debido a los números que tuvieron que hacer para reconducir la situación económica del Concello, que cuando empezaron a gobernar, según apuntan, tenía una deuda reconocida de cerca de 900.000 euros, entre un préstamo bancario (200.000 euros) que se está liquidando y facturas pendientes de pago. La puesta al día de las cuentas, entre otras dificultades como actualizar la liquidación y la cuenta general pendiente incluso de varios ejercicios, se hizo «a base de recortes e de non facer cousas», como, apunta Fernando Suárez, el velatorio previsto.