1 El tradicional desfile del Meco abrió el entroido de Compostela la semana pasada. El muñeco, que este año ha centrado su atención en la prima de riesgo, fue creado por José Manuel Méndez y ayer tocaba la hora del acompañamiento final, que estuvo animado por las comparsas. El recorrido comenzó en la praza do Toural pasando por las principales calles de la ciudad y rematando como es tradicional en la plaza Roxa. Tras una hora de desfile se procedió a la quema del Meco, animada por la Banda Municipal de Música de Santiago.
Entroido participativo
2El balance de participación en la fiesta del martes de Entroido de Tordoia fue muy positivo. Más de doscientas personas, tanto niños y mayores, acudieron con sus mejores disfraces al polideportivo de Pontepedra para participar en las diversas actividades que se llevaron a cabo durante la tarde: juegos hinchables, escalada, toboganes o talleres de maquillaje fueron algunas de las actividades. Para reponer fuerzas el Concello ofreció a los asistentes chocolate caliente con bizcocho. La concejala de cultura, Manuela González Pallas, destacó la involucración de familias enteras que quisieron disfrutar la tarde con los los vecinos.
Ricas croquetas
3Loly Bello, vecina de Oroso, se alzó con el primer premio del concurso de recetas de entroido En galego sabe mellor, con sus croquetas de lacón y grelos. La ganadora recibió, de la mano del concejal de relaciones vecinales Luís Villaverde una cena para dos personas en el restaurante El Cortés, de Sigüeiro. La receta ganadora puede consultarse en la página web del Concello de Oroso, donde Loly detalla los ingredientes y el proceso de elaboración para degustar las croquetas. La finalista del concurso fue Mercedes Fernández, por sus «bicos doces» con cabello de ángel e higos.
Miércoles de ceniza
4Estas fechas también tienen un fuerte componente religioso. Julián Barrio, arzobispo de Santiago, presidió ayer por la tarde en la catedral la celebración del miércoles de ceniza, ceremonia con la que se inicia el tiempo de cuaresma. El arzobispo indica en su carta pastoral que «el ayuno no es para estar físicamente en forma, sino para encontrarnos con profundidad con nosotros mismos», e invita a hacer «una reflexión sobre nuestra relación con Dios, con los demás y con nostros mismos».