Un mesón de Rois no puede trabajar por las continuas crecidas del río Sar

Uxía López Rodríguez
uxía lópez ROIS / LA VOZ

ROIS

MERCE ARES

El local se inunda cada invierno y este año van tres en las últimas semanas

24 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Hace trece años que Ramón Gago Rama, un vecino de Pazos, regenta el mesón Muíño do Concheiro, situado en la parroquia de San Lorenzo de Seira, en Rois, al lado mismo del río Sar. Desde entonces, raro es el invierno que este negocio no queda afectado por la crecida del río y, en algún caso, en más de una ocasión. Así sucedió en las últimas cinco semanas, cuando el desbordamiento del Sar inundó el mesón hasta tres veces, la última de ellas el pasado fin de semana hasta el punto de que el negocio aún no pudo abrir al público y trabajar con normalidad.

«Estamos así todos os invernos», asegura Ramón Gago. Grande cantidad de arena invaden la huerta del mesón e incluso llegó a entrar en el comedor y la cocina del negocio, situados en la planta baja y que quedaron totalmente inutilizados.

Ramón Gago está a la espera de que el perito del consorcio de seguros haga una valoración de los daños antes de proceder a limpiar todo, con vistas a reabrir el negocio mañana y recuperar así la actividad. Debido a las crecidas del río Sar, que casi pasa de lado del mesón, lleva más de un mes «sin poder traballar», algo insostenible en estos tiempos. «A auga entra e sale cada pouco tempo e non podes limpar», cuenta Ramón Gago, visiblemente disgustado y afectado por todo lo que está padeciendo.

El titular del negocio es consciente de que solucionar las riadas del río en este punto es «tarea difícil», una vez que en su día se descartaron los proyectos para canalizar el cauce hasta el puente de A Meana, en Rois. Entretanto, tiene el negocio asegurado y, como dice su titular, «é o que me vai salvando».

Alcance del agua

Según recuerda este padronés, uno de los proyectos afectaba a parte de la viña plantada en la huerta de la casa pero, para Ramón Gago, este era un mal menor en caso de que se hiciera la obra que evitara las riadas de cada invierno y, con ello, las pérdidas de este pequeño negocio.

Para ver el alcance de las últimas tres crecidas basta con abrir la puerta del baño y ver las marcas. La primera de ellas se aprecia en la parte alta de la puerta; la segunda en la baja y la del pasado fin de semana, en el medio. «Non te podes fiar do río, está aí, aí, un pouco máis ou un pouco menos, pero con moita agua», asegura Ramón Gago. El Sar divide en este punto los municipios de Padrón y Rois.

El hostelero tendrá que valerse de ayuda para retirar la gran cantidad de arena que arrastró consigo la crecida del Sar, que el pasado viernes dejó el inmueble aislado en una gran extensión de agua que inundó buena parte de esa zona de Seira y que ayer aún se podía ver en muchas fincas y en el entorno de la playa fluvial.

Desilusión

Expuesto así, cada invierno, a lo que haga el Sar, que estos días discurre inmenso en esta zona, Ramón Gago Rama no esconde su desilusión y «temor» por no saber qué va a pasar cada vez que llueva con cierta intensidad y teniendo en cuenta, además, que la solución para las riadas no va a llegar a corto plazo, pese a que la crecida del río afecta no solo a su negocio, sino también a buena parte de los núcleos de Pazos -situados al otro lado del río- y a la zona baja de Extramundi. «Eu solo quero abrir o mesón e poder traballar», asegura este padronés de Pazos.