Pokémon apuntó esta vez al centro de la diana municipal

xosé m. cambeiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

ABRALDES

07 ene 2013 . Actualizado a las 12:18 h.

Pokémon embiste de nuevo y esta vez su testuz ha apuntado al propio regidor. En Galicia ya están acostumbrándose a que merodee por Compostela, y eso no es saludable para la urbe universal. La cita judicial no lleva aparejada una culpabilidad. Currás, y su jefe de gabinete, son inocentes mientras la instancia pertinente no diga lo contrario. El día 17 se pueden aclarar muchas cosas, sobre todo si existen medidas cautelares, al parecer un vector crucial en las decisiones del PP. La política circula por una vía distinta a la judicial.

Siempre se arguye que la imputación es una fórmula que permite al acusado defenderse con garantías. Pero es un sambenito que la inmensa mayoría de los ciudadanos le coloca al imputado, sea o no inocente, y por eso Currás no ha podido flanquear a Rajoy en su visita a Santiago. Aparte de la presunción de inocencia que le acompaña, el alcalde la ha proclamado en las tribunas públicas. La palabra la tiene la magistratura.

Si se viese obligado a dimitir, Santiago figuraría en los cartapacios de lo inédito con dos alcaldes forzados a abandonar el cargo en el mismo mandato. Es el comentario de la calle, que ya hila jocosas elucubraciones con el tercer regidor. O regidora. Y ahí está la carga de la palabra imputación, que adelanta impunemente acontecimientos.

Incluso, si uno atiende a lo que expresa la parroquia, se lleva la impresión de que hay grados de presunción de inocencia, de que la de Currás tiene poco que ver con la de Baltar.

Ángel Currás no entró en la alcaldía con el camino alfombrado y no es culpable de la fórmula de acceso. Fue propuesto por su antecesor, se celebró una elección interna y la ganó. Una mayoría de ediles le otorgó la investidura. Su misión desde ese momento ha sido grapar a los dos bandos y obtener la necesaria tranquilidad para gobernar sin codazos, a sabiendas de que cualquier chispa haría aflorar las diferencias. Y Pokémon entró con el Clipper en el bolsillo. La palabra posicionarse empieza a cobrar vida.

Las cuentas de fondo

Lo indudable es que Currás no lo está pasando nada bien, viendo un futuro como mínimo mulato. Y no hace falta reparar en el pulgar de su mano derecha (con un visible rosario de dentelladas) para percatarse. Curiosamente, como había ocurrido con Conde Roa, el ambiente de fondo en el que surge el caso judicial es el debate de los presupuestos municipales. A Conde le pilló dando una rueda sobre esa materia. A ver si va a ser un escenario gafe o una maldición.

Raxoi y la ciudad, entre tanto, siguen su curso. Y hay que seguir apretándose el cinturón. Santiago, dos o tres agujeros más, a tenor de las cuentas que nos ha puesto en bandeja la comunidad autonómica. Decía Luis Pasín que si no existían recursos era preciso estrujar la imaginación. Eso vale para actuaciones o infraestructuras pequeñas, pero no para construir la carretera de Aradas. Los que penan por delitos de conducción no hacen desmontes.

Los presupuestos autonómicos dejan el municipio de Santiago en los huesos. La Praza de Abastos, el centro de salud de Galeras, alguna reforma hospitalaria y poco más. Luego están las iniciativas-lapa, esas que la Xunta no puede arrancar aunque lo intente, como el Consorcio, la Capitalidade y la Cidade da Cultura. A este ritmo serán las únicas que se visualicen en breve. Bueno, el Consorcio...

Ojear el DOG va a ser tarea asumible en el 2013, a no ser que se reiteren puntos como la licitación del centro de salud de Galeras o partidas por el estilo. Menos cosas, por no decir casi nada, va encontrar uno en el Boletín Oficial del Estado. Sí aparecerán asuntos en el Boletín Audiovisual del Estado, aunque quizás menos fiables.