La USC analiza cómo los videojuegos perpetúan el sistema patriarcal en la sociedad

SANTIAGO

El Servizo de Publicacións publica un estudio sobre roles de género y nuevas tecnologías editado por Jorge García

25 oct 2012 . Actualizado a las 18:06 h.

«A tecnoloxía nunca é neutra». Así comenzaba el director del Servizo de Publicacións de la USC, Juan Blanco Valdés, la presentación del volumen «Postmodernidade e novas redes sociais» que recoge una investigación de la Universidade realizada entre más de 4.000 estudiantes de cuarto de ESO de Galicia en la que analiza cómo influyen los videojuegos y las nuevas tecnologías de la información en la creación de identidades de género. La conclusión es clara: los videojuegos contribuyen a perpetuar una «violencia simbólica» asociada a un sistema patriarcal en el que a los hombres se les asigna un rol de dominación sobre las mujeres. El estudio ahonda en el consumo diferenciado de videojuegos entre chicos y chicas, la edad a la que se inician en su uso, el tiempo que le dedican y en qué franjas horarias y, por supuesto, los contenidos de ese videojuego y «como se reproduce a cultura patriarcal a través dos novos amos», según las palabras de Jorge García Marín, el editor del volumen que esta mañana presentó la USC.

Lo cierto es que los valores androcéntricos «marcan a escolla dos nenos e nenas en todos os aspectos que se manexan nos videoxogos, creándose unha dobre realidade» y contribuyendo a que los jóvenes absorban «inconscientemente» un modelo masculino de dominio. En resumen, las chicas prefieren jugar a los Sims, que se basa en la creación de un hogar, mientras que ellos son más proclives a juegos cuya temática es la guerra y el fútbol, como el Gran Theft Auto.

Según la directora del Centro Interdisciplinario de Investigacións Feministas e de Estudos de Xénero, Rita Radl, hay claramente «una función ideológicamente regresiva de los medios de comunicación» en este sentido, y lo preocupante son «los modelos de socialización que manejan nuestros jóvenes».

El volumen, concebido para llegar al conjunto de la sociedad y para ser leído como un todo, se puede adquirir por diez euros, o por 8,50 euros en su edición digital.