Ahora ve los toros desde la barrera, pero en su momento a su faceta docente e investigadora en la Universidade de Santiago Carmen unió la política, estando en la oposición cuando gobernaba Xerardo Estévez. Cree que los ocho años, desde 1991-1998, han sido suficientes. «Se sacrifica mucho tiempo y no ganas dinero», asegura en contra de la mala fama que ahora acompaña a los políticos de la Administración local. Fue una época en la que se impulsó la rehabilitación del casco histórica y de la que se siente orgullosa. De hecho, aconseja a los actuales políticos que se dejen asesorar por quien conoce cada área.
De la que fue su jefa en la oposición, María Jesús Sainz, habla maravillas, «era una buena líder porque dejaba trabajar al equipo». Considera además que no se la trató de forma justa, «durante ocho años fue sumando apoyos y cuando está a punto de ganar las elecciones la retiran y ponen a otro candidato». No quiere entrar en polémicas, pero cree que «Fraga se vio presionado por sectores machistas para retirarla como candidata en las elecciones».
Y la crisis
Economista amiga de la difusión del conocimiento en la sociedad, no lo es tanto de los mensajes alarmistas que prestigiosos expertos lanzan sobre la crisis. «Muchos de los que opinan del exterior no conocen ni la sociedad ni la economía española de forma suficiente», aclara.
El problema ha sido para esta catedrática la globalización salvaje aplicada en Europa que castigó sin descanso la producción industrial europea. Y un país sin industria es un país que va perdiendo progresivamente sus demás sectores económicos.