El bólido avistado en Galicia en agosto cayó en el Cantábrico

La Voz

SANTIAGO

El fenómeno, de considerables dimensiones, se pudo ver el 9 de agosto en casi toda la comunidad

09 oct 2012 . Actualizado a las 20:38 h.

El pasado 9 de agosto, a las 21.17 horas, muchos gallegos alertaron del paso de un bólido que se pudo ver «perfectamente» desde una buena parte de la comunidad. Dada la expectación creada y a lo extraño de poder ver el fenómeno con la luz del día, el Observatorio Astronómico Ramón María Aller de la USC inició una investigación en la que participaron miembros de la Red Española de Bólidos y Meteorito; José María Madiedo, de la Universidad de Huelva; y Josep María Trigo, de la Autónoma de Barcelona.

Jose Ángel Docobo y Pedro Pablo Campo Díaz, director e investigador del observatorio presentaron esta mañana en Santiago los resultados. Ambos insisten en lo inusual de poder avistar estos bólidos diúrnos, lo que significaría «que a masa que entrou na atmósfera foi importante». De hecho, se trataría de un bólido de considerables dimensiones (de entre 100 e 200 kilogramos) que «probablemente procedía do cinto principal de asteroides, entre as órbitas de Marte e Xúpiter».

Docobo señala, además, que puede que se trate de uno de los bólidos diurnos más pesados vistos en los últimos años en el cielo de Galicia.

Realizados los cálculos y revisados los diversos testimonios de los gallegos que lo vieron, el equipo pudo trazar la trayectoria del bólido, que partió del norte de la provincia de León, casi en la frontera con Asturias, y terminó en el mar Cantábrico, próximo a Ribadeo.

El meteorito, que pentró en la atmósfera a una velocidad de 17 kilómetros por segundo, se inició a una altitud de 100 kilómetros. Tras bajar hasta los 33 se rompió en dos, aunque no varió su trayectoria.

Docobo recuerda que periódicamente atraviesan el cielo este tipo de objetos, los cuales, generalmente, suelen alcanzar velocidades de 11 a 70 kilómetros por segundo a su entrada a la atmósfera, y que en muchos casos suelen estallar y convertirse en fragmentos. Así, indicó que regularmente recibe llamadas telefónicas de personas que le alertan de esos fenómenos y que, en algunos casos, investiga para determinar la trayectoria y otros detalles técnicos.

A título de ejemplo, apuntó haber recibido noticias de un bólido detectado en el momento del crepúsculo el 17 de agosto del 2011 y otro en marzo del 2005.