Al que madruga, Dios le ayuda

Carlos Barrón

SANTIAGO

10 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Ese dicho de que al que madruga, Dios le ayuda, se hizo realidad con nosotros. El de ayer fue un día de mucho madrugar, porque teníamos entrenamiento a las 9.30. Y después todavía hubo tiempo para seguir cuidando algunos detalles del scouting.

En líneas generales, el partido me recordó mucho al del otro día frente al Caja Segovia. En la primera mitad estuvimos muy bien y controlamos en todo momento. Pero después nos fueron metiendo atrás y se nos complicó el encuentro. Lo bueno es que, a pesar de todo, el primer objetivo está cumplido y ahora nos toca otro desafío.

Por cierto, que los que siguen habitualmente esta sección habrán recordado mi predicción sobre los penaltis. Los estuvimos ensayando y estaba convencido de que en algún momento nos íbamos a ver en esa tesitura. Fue a las primeras de cambio. Estoy pensando en comprar una bola de cristal.

Para terminar, no sería justo olvidar a la afición, que nos ayudó en todo momento y más cuando más lo necesitábamos, cuando el partido se nos puso cuesta arriba. Gracias a todos.