La entidad compostelana tiene un superávit de 200.000 euros
05 mar 2012 . Actualizado a las 07:03 h.La Mancomunidade de Santiago de Compostela, constituida por los concellos de Santiago, Ames, Brión, Boqueixón, Teo, Vedra y Val do Dubra, afronta una crisis que podría incluso poner en peligro su propia supervivencia, derivada de su nula actividad y del escaso consenso entre los municipios que hace más de una década decidieron asociarse para promover proyectos conjuntos y reducir costes.
Pero la hoja de ruta marcada entonces apenas ha generado acuerdos, más allá de la organización de viajes de los representantes municipales a Argentina y al desarrollo de proyectos de apoyo a los emigrantes o el refugio de animales de Bando.
La última demostración de este desencuentro se produjo en la reunión del pasado 14 de febrero, en la que el orden del día, elaborado unilateralmente por Santiago, sobre el que recae la presidencia, cayó como una losa entre buena parte de los demás ayuntamientos compostelanos.
Una de las propuestas planteadas fue el pago de deudas pendientes, una situación que, al menos, afecta a los concellos de Ames y Teo.
Pero frente a esta demanda de puesta al día, el hecho de que la entidad mantenga un superávit de más de doscientos mil euros y que en los últimos ejercicios la institución no haya llevado a cabo proyecto alguno, sumando únicamente gastos de gestión y mantenimiento, ha provocado que los ayuntamientos, en plena sangría de ingresos, se estén replanteando sus aportaciones a las arcas comarcales.
Así lo reconoce el alcalde teense, Martiño Noriega, que destaca que ante la falta de un foro de debates y acuerdos en el organismo, su concello abrió contactos con otros municipios como Boqueixón, Brión y Oroso para explorar «posibles protocolos de colaboración». Por su parte, el alcalde amiense, Santiago Amor, también expresó en el pleno de la Mancomunidade que la economía amiense no está para dispendios, una argumentación planteada, entre otros, también por el regidor del concello de Brión, Xosé Luís García.
De ahí que la propuesta para contratar un gerente no fuese bien recibida, aunque el acuerdo de reducir a la mitad los gastos por remuneraciones de los técnicos, de hasta seis mil euros anuales, fue bien acogida.
Los problemas internos de la mancomunidad no son nuevos y trascienden tras escasos meses de la renovación de las corporaciones, pero la crisis comarcal viene de lejos, ya que en el mandato anterior concellos como Ames, Teo y Brión, plantearon un cambio de rumbo al considerar que el interés de Santiago no estaba a la altura del resto de municipios.
Mientras tanto, los escasos proyectos mancomunados empiezan a hacer aguas. Prueba de ello es la reciente escisión de Boqueixón y Brión del refugio de animales de Bando por razones económicas. Y los primeros pasos para crear un consorcio de servicios entre Boqueixón, Vedra y Touro ponen de manifiesto la apuesta de los concellos por compromisos puntuales fuera del ámbito de la Mancomunidade de Compostela.
Reunión popular
En plena crisis comarcal, el Partido Popular reunía el sábado a alcaldes y portavoces de los ayuntamientos del partido judicial de Santiago para «explorar fórmulas que permitan la estrecha colaboración de municipios, con el objetivo de impedir que las dificultades económicas disminuyan los servicios que prestan a los ciudadanos, con especial incidencia a los programas de perfil social». La fórmula está por decidir.