Raxoi limita la intensidad de la luz pública para adelgazar el gasto

r. m. santiago / la voz

SANTIAGO CIUDAD

XOÁN A. SOLER

Ha comenzado por los polígonos industriales y seguirá por barrios.

21 ene 2012 . Actualizado a las 07:02 h.

El Ayuntamiento ha comenzado a adoptar medidas de reducción del consumo energético en el alumbrado público, un servicio que le supone una factura anual de 2,7 millones, un gasto «isostible» en un escenario de «precariedade económica». De momento se trata de la reducción de intensidad en zonas muy específicas, aunque esa medida llegará también este año a barrios, rural y viales circunvalatorios, si bien en distinto grado (dependiendo de las necesidades de cada zona y de la distribución de sus luminarias) y en ningún caso por debajo de los 75 vatios. Ni siquiera se optará por el encendido alternativo de farolas (una sí, otra no), como ya han hecho otros municipios, según el concejal responsable de este servicio, Luis Bello, quien insiste que con carácter general las medidas iniciales actuarán sobre la intensidad y que en ningún caso se llegará tampoco a apagar las luminarias en zonas donde haya viviendas, aunque sí hay espacios públicos carentes de actividad de noche donde sí ya se hecho.

Un 5 % de ahorro energético

La intensidad ya se ha bajado en zonas donde la actividad se concentra especialmente durante el día. Así ha sido en los polígonos industriales, donde se aplica un horario de reducción desde las 22 horas y hasta el apagado habitual al amanecer. La minoración es del 50 %. Y desde las diez de la noche también se ha procedido al apagado de luminarias en distintos espacios donde se entiende que el uso peatonal es prácticamente inexistente o donde el resto de las farolas garantizan visión. Es el caso del parque de As Cancelas, donde el Concello observa un exceso de «contaminación lumínica». Ahí se mantienen las luces en paseos principales, pero se apagan las de los secundarios. La misma medida se adoptó en la zona peatonal de la avenida de Asturias (sin actividad desde esa hora y alumbrada además por las farolas del vial), en los carriles bici de Fontiñas, en el tramo entre el Polígono do Tambre y Xesteira y en la muralla de Belvís, así como en las fuentes y esculturas en espacios públicos.

Con estas medidas, el Concello calcula un ahorro anual del 5 % del consumo energético (84.000 euros menos), aunque espera llegar al 12 % con las nuevas medidas que introducirá este año: la sustitución de las farolas tipo globo, la modernización del sistema de encendido en el rural, la reducción de intensidad, la instalación de un centenar de relojes programadores para evitar «consumos innecesarios» y la progresiva sustitución de las lámparas de vapor de mercurio por otras de mayor rendimiento. El gasto de estas medidas se estima entre 70.000 y 80.000 euros.

Bello sostiene que la bajada de intensidad puede notarse, pero escasamente, y que la iluminación está garantizada. Y advierte que si en alguna zona habitada no hubiese luz será por cuestiones técnicas, ante lo que se debe avisar, advierte.