30 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.
Festejó el Lobelle el triunfo. Tomás de Dios lo disfrutó como «una revancha» de los sucedido la temporada pasada, agradeciendo y felicitando a sus hombres por el esfuerzo. Pero reconoció que fue sufrido, y con emoción hasta el límite. «El partido fue muy igualado. Lo más justo quizás hubiera sido llegar a los penaltis», señaló. Y mostró sus dudas sobre la jugada que terminó de decantar la balanza, la expulsión de Antonio. «Fue muy rigurosa», terció.