El Ayuntamiento pagará todavía en unos días sus 1,6 millones del ejercicio del 2010

La Voz

SANTIAGO

03 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La Xunta no es la única que le debe al Consorcio. También el Ayuntamiento le adeuda 1,6 millones del 2010, aunque Bugallo sostiene que no se puede comparar una situación con otra, pues en el caso de Raxoi se trata de un aplazamiento que estaba concertado, no así el de la Xunta, que pretendió anular sus 4,2 millones de ese año, dice, aunque finalmente derivó su pago al trienio 2012-2014. Pero no es esa la lectura que hace Conde Roa de la deuda municipal, que se saldará en unos días y con la que el Consorcio garantizará el mantenimiento de su política habitual de ayudas a la rehabilitación de particulares, apuntó.

Para el regidor y presidente del organismo interadministrativo no deja de ser «sorprendente» que acuse de «poner dificultades» a otras administraciones quien ni siquiera presupuestó su aportación al Consorcio en el 2010, dejándole al nuevo gobierno la tarea de habilitar una partida para asumir ese compromiso en medio de la «difícil» situación económica del Concello. Y apunta que «cualquier alarmismo», en referencia a la postura que observa en Bugallo, «debió saltar cuando este no incluyó esos 1,6 millones de euros en el presupuesto municipal», afirma Conde Roa, quien quiso dar las gracias al gerente en funciones del Consorcio por su trabajo, al que en ningún momento le planteó ni insinuó, dijo, ninguna intención de sustituirlo.

«Xogo perigoso»

El BNG sostiene que la actitud de la Xunta está poniendo en peligro «un dos axentes de maior dinamización económica, cultural e urbanística de Santiago», un organismo que depende «do complexo equilibrio» entre las tres Administraciones que lo sustentan y advierte que «se unha falla pódese vir abaixo todo». Para los nacionalistas, que ya denunciaron en su momento el problema que plantearía la prevista asignación de la Xunta por debajo de lo comprometido para el 2012, cuando ya arrastraba otra deuda importante con el Consorcio, el Gobierno de Feijoo está jugando de forma «moi perigosa e de xeito dobremente irresponsable» con esta institución.

Según Rubén Cela, una cosa es ser austero «e outra pufero» y añade que los incumplimientos de la Xunta han obligado a cancelar actividades previstas para este año y «prexuízos noutras».