El consolador se cuela en la farmacia

M. Cheda

SANTIAGO

Propietarios de «sex shops» compostelanos acusan de competencia desleal a varias boticas por comenzar a despachar un pequeño modelo de vibrador de uso femenino

24 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Primero fueron los preservativos de infinitos colores, formas, tamaños, texturas, materiales, aplicaciones, aromas e incluso sabores; después, esos lubricantes que, supuestamente, «maximizan» sensaciones entre las sábanas; más tarde, los accesorios concebidos para que las relaciones de pareja resulten placenteras a tope, como los anillos a pilas de colocación en la base del pene; y ahora... Ahora se ha colado en botica un nuevo producto que convierte a todos los anteriores en artículos meramente convencionales, poco menos que del montón. Desde hace meses, al menos siete farmacias de la ciudad intentan vender -varias con éxito, otras ni a tiros y algunas hasta sin saberlo- género de comercialización antaño reducida a tiendas especializadas en la materia: consoladores. Propietarios de sex shops compostelanos consultados por La Voz al respecto aprecian en dicha práctica un acto de intrusismo, pura competencia desleal.

Bautizado como Play Vibrations Touch, el fabricante del objeto de la discordia lo suele publicitar con un mensaje tan claro como directo. «Colócalo en tu dedo y convierte tus caricias en una vibrante experiencia. Es fácil, discreto y cómodo de llevar, así que puedes jugar con él cuando y donde quieras. Es silencioso, reutilizable, sutil y resistente al agua», reza la promoción de Durex. Consta de una funda dactilar de la cual nace un segundo volumen que, aprovechando sus movimientos, ha de emplearse para masajear el clítoris u otras zonas erógenas. El aparato, cuyo aspecto muestra la fotografía impresa sobre la parte central de esta página, puede adquirirse en la capital gallega a partir de 12 euros, aproximadamente. Dado que su vida útil, batería extra incluida, no supera, de acuerdo con quienes lo inventaron, los 40 minutos, el segundo de meneíllo viene a salirle a quien lo disfruta, como promedio, por 0,5 céntimos.

Entre el éxito y el fracaso

¿Realmente lo demanda la clientela local? ¿Sí, no? En función de a quién se plantee la pregunta, la respuesta difiere bastante, cuando no radicalmente. «La verdad -asevera un farmacéutico del sur del casco urbano- es que tiene muy poquita salida». Sin embargo, una colega que opera en el este, defiende: «Lo hemos colocado muy bien; es más, en estos momentos no nos queda ninguno».

¿Y qué opinan de esto los dueños de la media decena de tiendas de complementos de sexo que constan domiciliadas en el concello? Salvo uno, coinciden en denunciar que la incorporación del Play Touch al stock de las boticas constituye una conducta intrusista. «Es como si a nosotros nos da por vender aspirinas. Por supuesto que me parece mal, por no entrar a hablar aquí de cierto establecimiento de muebles del Ensanche que también le ha dado por ofertar vibradores», lamentan fuentes de La Boutique del Sexo. «Lo de Durex -ironiza la gestora del local Te Apetece?- es caso aparte. Siempre imita lo que tenemos nosotros, pero con peor calidad y más barato, como en este caso. A este paso, dentro de poco vamos a ir un día al súper y encontrarnos con que en las estanterías hay consoladores».

En el otro bando, entretanto, hay quien niega la imputación, pero con la boca pequeña. «¿Que si es competencia desleal...? ¡Buff! En qué lío me mete. Hombre, en nuestro favor yo diría que también tenemos de siempre vajillas infantiles o cucharillas de dar la papilla el bebé y nunca nadie de las tiendas de críos ha protestado. Del mismo modo, no entiendo por qué alguien iba ahora a quejarse por esto. Y, en caso de que supusiera un problema, no sería nuestro, sino del laboratorio», argumenta una boticaria que accedió a manifestarse a cambio de que su identidad permaneciese en el anonimato.