José Luis Llistereri: «Somos la pariente pobre de la medicina»

E. Á.

SOCIEDAD

SANDRA ALONSO

El presidente de Semergen ve más palabras que hechos en quienes reconocen la importancia de la atención primaria

27 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Sectores sociales y políticos reconocen la importancia de la atención primaria, más aún en una sociedad aquejada de cronicidad. Pero el presidente de Semergen, José Luis Llisterri, ve más palabras que hechos en estas afirmaciones. 

-¿La primaria es la niña pobre de la medicina?

-Sí, creo que sigue siéndolo. Es la niña pobre porque tiene unos presupuestos muy bajos. El destinado al ámbito hospitalario es del 45 o 46 %, y el de primaria de un 14 o 15 %, con diferencias entre autonomías. Todos los políticos se llenan la boca afirmando que la atención primaria es la puerta de entrada del sistema, pero al final es la puerta de salida, porque nos quedamos con los pacientes para que mueran dignamente en su domicilio. Somos la pariente pobre.

-El paciente crónico es el reto de la sanidad. Por importancia y prevalencia, ¿qué enfermedades preocupan más?

-En este orden, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica; la insuficiencia cardíaca, tremendamente invalidante sobre todo en paciente mayores; la diabetes, con una repercusión muy importante desde el punto de vista de que causa ceguera, problemas de riñón y amputaciones; y la cuarta sería el ictus por las consecuencias socio sanitarias que tiene.

-¿Cómo abordar su atención para evitar que quiebre el sistema?

-Formando y dotando de medios al médico y al enfermero. La enfermería es clave, y el binomio médico enfermero es fundamental en el abordaje a la cronicidad. El paciente mayor de 95 años no tiene que morir en el hospital, sino en casa con cuidados paliativos eficientes. Volveremos al pasado, cuando el paciente se moría en su casa rodeado de sus familiares. El paradigma tiene que cambiar. En resumen, hacen falta medios, formación y más presupuesto para primaria.

-En este congreso presentan la plataforma que servirá para evaluar a los médicos, ¿es partidaria la Semergen de que esta evaluación sea obligatoria y sus resultados vinculantes?

-Estamos convencidos de que hay que hacerla, primero de forma voluntaria y después obligatoria. Tenemos que sensibilizar al médico de que en el futuro no habrá más remedio que hacer lo que hacen en Europa 17 de los 34 países, la recertificación obligatoria para demostrar sus competencias. Es una prueba de mínimos, no de máximos. Y claro que tiene que tener una recompensa, probablemente económica, vinculada a la carrera profesional.

-¿Debe el médico de familia poder acceder al 100 % de los fármacos innovadores?

-No al 100 %, porque algunos como los del cáncer precisan un control absoluto, pero sí a los fármacos para enfermedades crónicas, que además van a aparecer en un número importante. El famoso clopidogrel para el corazón o la cardiopatía isquémica lleva 17 años en el mercado, ha demostrado su eficacia y seguridad y tenemos que seguir mandando al paciente al especialista para que lo prescriba.