La mujer considera el sistema actual «tercermundista» y afirma que «hemos sufrido mucho, mucho, pero estamos muy contentos de tener un final feliz»
24 nov 2015 . Actualizado a las 21:21 h.La madre de una bebé que contrajo tosferina a los 11 días de nacer y que la ha superado pese a sufrir paradas cardiorrespiratorias durante un mes, pide que se garantice el acceso general a la vacuna para evitar más muertes, algo que considera «tercermundista» y que no debe pasar en España.
«Hemos sufrido mucho, mucho, pero estamos muy contentos de tener un final feliz. Qué rabia que los bebés fallecidos no lo hayan tenido», ha dicho la madre de la pequeña, que ha preferido mantener el anonimato.
Ella quiso vacunarse en la semana 24 de embarazo pero no encontró la vacuna pese a que dos de sus familiares tienen farmacia en Madrid. «No sabemos cómo nuestra hija fue contagiada, nunca lo sabremos», explica la madre. Tras los primeros síntomas que, afirma, dos pediatras distintos confundieron en la consulta con un catarro, la niña empeoró y tuvieron que ingresarla en una UCI, «fue el primero de los peores días de nuestra vida», sostiene. «Tenía 20 o 30 accesos de tos al día, y cada vez tenían que meterle un cable hasta los bronquios, quitarle moco y estabilizarla. A veces esto no servía, entonces la tenían que reanimar unas cinco o seis veces al día, incluso más, con ambú», una reanimación cardiorespiratoria con bolsa de ventilación, y una vez incluso necesitó transfusión de sangre.
Cuando la retiraron la ventilación asistida, el 15 de septiembre, lo recuerda como «algo maravilloso, dentro de la gravedad de la situación», ya que seguían teniendo que reanimarla «tres o cuatro veces al día, una por turno de DUE -enfermero diplomado universitario-, quizá por la noche alguna más», añade. «En cuanto pude volver a coger en brazos a mi pequeña, que estaba en los huesos, ya no la quería soltar, y acabé contagiándome también. Pese a que me ahogaba con los accesos de tos, no me podía quejar viendo cómo mi niña lo estaba pasando tan mal», relata la progenitora.
Tras pasar «su primer cumplemés» en la UCI, ocho días después la «pequeña luchadora» subió a planta. Seguía tosiendo más de veinte veces al día y estaba monitorizada, pero ya no necesitaba oxígeno, solo incorporarla y estimularla en la espalda. Así siguió tras recibir el alta y, «por fin, desde el 20 de noviembre no necesita que la incorporemos para toser», continúa la madre cuyas noches sin dormir «no han sido fáciles».
Al enterarse de la muerte de un recién nacido en Málaga, al que siguieran los de Sevilla y Cuenca, «se me pusieron los pelos de punta y lloré por esas familias», asegura.
El Ministerio de Sanidad ha anunciado la compra de 60.000 nuevas vacunas, tras un periodo de desabastecimiento mundial por parte de las farmacéuticas Glaxo SmithKline (GSK) y Sanofi-Pasteur. Tras los fallecimientos, varias comunidades, entre ellas Madrid, han anunciado que vacunarán a las madres, ya que los bebés solo pueden recibir la primera dosis cuando cumplen dos meses. «Con nuestro testimonio, queremos hacer algo para ayudar a que esto no vuelva a pasar», concluyen los padres de la bebé, tras agradecer a todos los médicos y enfermeras que les «ayudaron a sobrellevar aquellos días horribles».