La quimioterapia perjudica al paciente en la última etapa del cáncer

AFP MIAMI

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Un estudio sugiere que las personas que todavía eran capaces de realizar funciones básicas en sus últimos días de vida empeoraron a causa del tratamiento

23 jul 2015 . Actualizado a las 19:07 h.

La quimioterapia parece causar más mal que bien en personas que sufren un cáncer terminal y que se acercan al final de su vida, según un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) Oncology y sustentado en un grupo de más de 300 pacientes con cáncer metastásico, es decir, a los que el o los tumores se les han diseminado a otros órganos desde su lugar inicial de aparición, convirtiendo el cáncer en incurable.

Cerca de la mitad de los pacientes estudiados recibieron tratamiento de quimioterapia, que consiste en suministrar potentes químicos al cuerpo para destruir las células cancerígenas y reducir los tumores y que provoca efectos secundarios como debilidad, náuseas, fatiga, confusión y caída del pelo.

Los participantes en el estudio eran hombres que promediaban los 59 años y que se les había dado unos cuatro meses de vida y el objetivo de la investigación era examinar cómo la quimioterapia afecta a la calidad de vida cuando los pacientes se encuentran cerca del final de su vida, particularmente respecto a su capacidad de caminar, hacer actividades y cubrir necesidades básicas.

De este modo, con los datos otorgados por las personas a cargo de cuidar a los pacientes, que reflejaron el sufrimiento físico y psíquico en su última semana de vida, los investigadores encontraron que la quimioterapia no mejoró la calidad de vida de los pacientes que ya tenían una movilidad limitada y, es más, para los que todavía eran capaces de realizar las funciones básicas, la quimioterapia solo logró, de hecho, empeorar su calidad de vida.

«La quimioterapia no solo no benefició a los pacientes con sus capacidades disminuidas, (sino que incluso) parecía más dañino para los pacientes con buen estado funcional», dijo el estudio dirigido por Holly Prigerson del Weill Cornell Medical College y el Hospital Presbiteriano de Nueva York, que sugiere también que «las directrices acerca del uso de la quimioterapia en pacientes con cáncer terminal pueden necesitar ser revisadas para reconocer el daño potencial del uso de la quimioterapia en pacientes con enfermedad metastásica progresiva».

En un editorial que acompaña el trabajo, los doctores Carlos Blanke y Erik Fromme, de la Oregon Health and Science University, argumentan que el cambio de pautas para el uso de quimioterapia en todos los casos no es la solución correcta y, por ello, instan a los médicos a desaconsejar a pacientes con cáncer avanzado la utilización de la quimioterapia en sus últimos meses de vida.

«Equiparar el tratamiento con esperanza es inadecuado. Incluso cuando los oncólogos comunican con claridad el pronóstico y son honestos sobre las limitaciones del tratamiento, muchos pacientes sienten una enorme presión para continuar el tratamiento», dijo el editorial.