La televisión pública catalana promociona el agua del mar como tratamiento

La Voz REDACCIÓN

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En un momento especialmente sensible para las terapias alternativas, después del caso del niño que contrajo difteria por no haber sido vacunado, el programa «Retrats» ha agitado a muchos telespectadores

05 jun 2015 . Actualizado a las 21:17 h.

El pasado miércoles, la televisión pública catalana TV3 decidió dedicar su programa Retrats, presentado por Jaume Barberá, a la doctora Maria Teresa Ilari.

Bajo el título «Aigua del mar: font de salut» («Agua del mar: fuente de salud»), durante el espacio la médico internista se dedicaba a especificar las múltiples ventajas del agua del mar como terapia, con propiedades beneficiosas que van desde la cura de enfermedades a la solución de la desnutrición infantil en los países subdesarrollados.

En un momento especialmente sensible, después de conocerse que un niño de la localidad gironense de Olot había contraído difteria después de que sus padres decidiesen no inmunizarlo con vacunas, la entrevista a una doctora que opta por terapias alternativas a la medicina ha agitado a muchos telespectadores.

En Twitter, muchos criticaban que una cadena pública estuviera dando espacio, especialmente en este momento, a las pseudociencias. «La televisión pública catalana, después del escándalo de la diftera, promociona el agua del mar como tratamiento. Flipo», afirmaba un usuario, mientras que otra afirmaba que «entre los del movimiento antivacunas y la señora de ?Aigua de Mar? está bonito el patio».

Había quien comparaba el programa de TV3 con la metedura de pata de Mariló Montero en su programa cuando recomendó oler limón contra el cáncer.

Durante el programa, la doctora Maria Teresa Ilari criticó a las medicinas comunes y a los laboratorios farmacéuticos. «El agua del mar no es un medicamento en sí, como se entienden las drogas sintetizadas y preparadas en los laboratorios farmacéuticos, cuya prescripción, en general, responde a los intereses de la industria farmacéutica».

Y pasó a detallar, acto seguido, las propiedades del agua del mar, «potable, ingerible y benéfica» como tratamiento «para tratar enfermedades y mejorar la desnutrición».

Añadió, además, el potencial de la sustancia para acabar con el hambre en el mundo. «Es una solución asequible y gratuita para todos los pacientes», afirmó.