Un estudio avala que los mejores espermatozoides son los primeros

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El hallazgo permitirá mejorar el éxito en las técnicas de reproducción asistida

26 may 2015 . Actualizado a las 16:22 h.

No todo el semen es igual. Aunque en apariencia parezca la misma masa lechosa, ni la cantidad de espermatozoides, ni su movilidad, ni incluso la calidad del ADN es el misma en una u otra fracción. El mejor, en todos los parámetros analizados, es el que sale impulsado en el primer momento, en la eyaculación inicial. Esta parte del líquido seminal es, con mucha diferencia, el más eficaz para conseguir el embarazo. Así se ha demostrado en un estudio liderado por la clínica de fertilidad Ginemed que ha sido publicado en la revista científica Systems Biology in Reproductive Medicine.

Las conclusiones de este trabajo no son precisamente anecdóticas, ya que puede determinar en gran medida la estrategia seguida en las técnicas de fecundación in vitro y mejorar así las tasas de éxito en la deseada fertilización. Si lo que ahora se hace de forma generalizada en las técnicas de reproducción asistida es utilizar el líquido de un mismo bote, por lo que el semen está mezclado, lo que se propone ahora es recogerlo de forma selectiva y emplear de forma mayoritaria el de la primera eyaculación para lograr la fecundación y un mejor desarrollo embrionario.

«El eyaculado siempre se ha considerado como un todo. Sin embargo, pensamos que se divide en dos fases bien diferenciadas por su composición y funciones fisiológicas, orientadas a conseguir dos acciones igual de importantes en la reproducción», explica María Hebles, la primera autora de la investigación.

Efecto protector

De acuerdo con el estudio, el semen expulsado en la fase inicial es el que tiene como objeto principal fecundar el óvulo. Es rico en espermatozoides, que también presentan una mayor movilidad, así como en ácido cítrico, magnesio, fosfatasa ácida y zinc, componentes que ejercen un efecto protector y que permiten una mejor conservación del ADN.

Por contra, el líquido seminal de la segunda acometida contiene elementos que pueden causar daños a los espermatozoides. Está compuesta por secreciones de las vesículas seminales, ricas en especies reactivas de oxígeno, que tienen un impacto negativo en la concepción. «Pueden tener un efecto deletéreo sobre la población de espermatozoides», apunta María Hebbles, codirectora del laboratorio Ginemed.

Es una estrategia reproductiva producto de miles de años de evolución que se activa para que ningún espermatozoide de otro varón tenga la oportunidad de fecundar a la misma mujer.

«Como esperábamos, los espermatozoides de la primera fase del eyaculado eran superiores en movilidad y recuento y, lo más importante, tenían una integridad del ADN superior a los espermatozoides de la segunda fase», constata Hebles.

El semen expulsado comprende también la denominada fase preevaluatoria. Aunque todavía no existen estudios definitivos al respecto, los científicos creen que esta etapa preseminal no contiene espermatozoides. Es una secreción incolora de las glándulas de Cowper que se expele para minimizar la acidez de la uretra.

La investigación se llevó a cabo con la colaboración de cuarenta participantes, a los que se le recogió el semen de forma fraccionada en dos botes. De este modo se separó la primera y la segunda fase, lo que permitió a los científicos analizar y estudiar las características de los espermatozoides de cada una de ellas.

En vista de estos resultados, los expertos proponen ahora que el semen que se utiliza en los procesos de reproducción asistida se recoja de forma fraccionada.

En la primera etapa del eyaculado se concentra en torno al 15 % y el 45 % del volumen del semen expulsado en una eyaculación.