Obligada a recibir quimioterapia

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

SOCIEDAD

Una adolescente de EE.UU. con cáncer fue dada de alta ayer tras recibir el tratamiento por orden de un tribunal, pese a que prefería uno alternativo

28 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer fue un gran día para Cassandra. El Hospital Infantil de Hartford, en Connecticut, le dio el alta y el tribunal que había obligado a internar a la joven permitió que regresara a su casa después de cuatro meses. Todo había comenzado en septiembre del año pasado. Los médicos le diagnosticaron a Cassandra, una estadounidense de 17 años, un linfoma de Hodgkin. El médico habló con Cassandra y con su madre, Jackie. El pronóstico para el cáncer que tenía la joven era muy serio pero, afortunadamente, se trata de un tipo de cáncer que responde muy bien a los tratamientos conocidos.

En el caso de la chica de Connecticut lo que le dijeron es que con un tratamiento de quimioterapia tenía un 85 % de posibilidades de curarse. Sin tratamiento, su cáncer le habría provocado la muerte en dos años.

Cassandra decidió que quería recibir algún tratamiento alternativo en vez de quimioterapia. A pesar de que los médicos le explicaron que no existía ningún tratamiento efectivo contra el cáncer fuera del que ellos le proponían, la joven y su madre dejaron de acudir a las consultas. Entonces intervino el Servicio de Protección de Menores, que llevó el caso a los tribunales.

Retirada de la custodia

Un juez dictaminó que Cassandra no era suficientemente madura para tomar decisiones sobre su tratamiento y además retiró la custodia de la chica a su madre y se la otorgó al estado. Y no solo eso, decidió también que la joven fuera internada en el hospital hasta que acabara su tratamiento y prohibió las visitas de su madre. Esta y los abogados de Cassandra apelaron, pero el Tribunal Supremo mantuvo la misma opinión.

Ayer, una vez finalizados los seis ciclos de quimioterapia que los oncólogos habían determinado que Cassandra necesitaba para curarse, la joven recibió el alta en el hospital y pudo volver, con el permiso del tribunal a su casa. Y con muy buenas noticias porque ya en marzo, los médicos constataron que su cáncer ha remitido.

Cassandra, que ha ido contando en Facebook, primero su batalla en los tribunales y, luego, su batalla contra el cáncer, también usó ayer la red social para decir que estaba «feliz de poder regresar a casa» y que ella «nunca quiso morir», pero añadía que no se arrepentía de su lucha.