Un equipo de A Coruña identifica una diana terapéutica para tratar la artrosis

r. r. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

A día de hoy solo existen tratamientos para paliar el dolor

02 oct 2014 . Actualizado a las 09:16 h.

A día de hoy no existe ningún fármaco para combatir la artrosis, una de las enfermedades más dolorosas e incapacitantes producida por la degeneración del cartílago que protege los huesos y permite la movilidad. Solo existen tratamientos para paliar el dolor. Pero ahora los investigadores han encontrado el punto débil de la patología, el objetivo hacia el que dirigir el arsenal farmacológico y restaurar la función del cartílago. En el punto de mira está una proteína, la conexina 43, la diana terapéutica para su tratamiento que ha sido puesta en evidencia por un equipo del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña, un trabajo que le ha valido a su investigadora principal, María Dolores Mayán, dos premios de la Sociedad Española de Reumatología.

Este grupo ya había demostrado por primera vez que los condrocitos, las células del cartílago, se comunican entre sí, cuando antes se pensaba que actuaban de forma aislada. De este trabajo surgió una patente en Estados Unidos en colaboración con Gary Goldberg, de la Rowan University, que desarrolló una molécula para un posible tratamiento a partir del mecanismo descrito por los científicos gallegos.

Pero el grupo del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña descubrió, además, el proceso por el que puede alterarse esta comunicación celular, lo que se traduce en una degeneración del cartílago. La unión de los condrocitos se produce por los denominados canales Gap, que a su vez están formados por las conexinas 43.

Sobreexpresión

Los investigadores observaron, tras analizar muestras de personas sanas y de enfermos, que un nivel elevado de estas proteínas provoca cambios en la función celular y altera el mecanismo de conexión. Esta diana terapéutica es la que se intenta proteger ahora con una solicitud de patente europea. Una vez desvelada, de lo que se trata ahora es de probar fármacos específicos que eviten la sobreexpresión de las conexiones y poder restablecer así la función y comunicación natural de las células del cartílago.

«El hallazgo de un fármaco que evite la degeneración del cartílago o que pueda ayudar a restituirlo no solo supondrá un gran beneficio para el paciente, sino también un gran ahorro para la sanidad pública, porque se evitaría cirugías como la colocación de prótesis y el tratamiento con antiinflamatorios, que suponen un importante gasto», explica María Dolores Mayán Santos. La bióloga presenta hoy las conclusiones de su estudio en un simposio que se celebrará en el Paraninfo de la Universidade da Coruña sobre comunicación celular y enfermedades dependientes de la función de las conexinas.