Las redes sociales y los medios de comunicación intentan descifrar el mensaje real del anuncio de la Lotería
16 nov 2016 . Actualizado a las 21:41 h.Un año más, el anuncio de la Lotería de Navidad no ha dejado indiferente a nadie. La historia de Carmina se ha convertido en una de las favoritas del público. Y es que esta abuela asturiana ha emocionado a todo el mundo. El mensaje es claro: lo importante es participar y compartir el premio con los seres queridos. 21 de diciembre narra la historia de una abuela que cree que su décimo ha sido premiado y decide salir a festejarlo con sus vecinos y amigos. Parece difícil, pero al final todo el pueblo logra confabularse y sumarse a la felicidad de la que un día fuera su maestra. ¿El final? La abuela decide regalar el «premio» a su hijo. Son muchos los que han querido descifrar el significado real de este anuncio. ¿Está Carmina enferma? ¿Es ella la que finge? ¿Esa falsa ilusión se ha contagiado de tal manera que los vecinos llegan a creer ese engaño? Tanto las redes sociales como medios de comunicación han interpretado el mensaje real que hay detrás del anuncio más esperado del año.
El diario El Mundo lo tienen claro: Carmina sabe en todo momento lo que está ocurriendo. Quizás es ella la que se ha contagiado por la felicidad de su familia y vecinos y decide continuar fingiendo que no sabe nada. El ver como todos se han volcado en los festejos puede ser la razón por la que esta maestra jubilada haya decidido callar y continuar con esta bonita farsa.
Por su parte, Vanity Fair ha querido ahondar más en la situación de Carmina y su familia. La abuela podría padecer algún tipo de demencia, como se deja entrever con la frase que pronuncia cuando ve el sorteo de la Lotería en televisión: «Ya no sé en qué día vivo». En las redes sociales también se habla de la cara del hijo cuando su madre desaparece y la ilusión con la que recibe el falso premio, lo que podría reflejar la mala situación que está viviendo la familia.
Para el diario El Confidencial, el anuncio da una verdad: la ilusión de la riqueza es tan fuerte como la riqueza en sí, y una ilusión compartida resulta precaria pero difícil de tumbar